El auge de los neopopulistas de “izquierda” en Honduras

Carlos G. Cálix

El punto de partida para analizar el neopopulismo de “izquierda” en Honduras en 2022-2023 es la elección de Xiomara Castro como Presidenta de la República. Castro llegó al poder con un discurso populista que resonó fuertemente entre la población hondureña. Prometió luchar contra la corrupción, mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos y fortalecer el Estado de derecho. Hasta el día de hoy, la mayoría de sus promesas (indicador por indicador), siguen incumplidas.

Durante su primer año en el cargo, el gobierno de Castro prometió una serie de medidas populistas. Estas acciones atrajeron la atención de diversos sectores. Sin embargo, el neopopulismo no está exento de desafíos. Uno de los principales retos que enfrenta el actual gobierno es la necesidad de equilibrar las demandas populistas con la realidad económica y política del país. Aunque las medidas populistas pueden generar apoyo inicial, también pueden tener un impacto negativo en la estabilidad económica a largo plazo. Durante 2022 y 2023, la administración de Castro tuvo que lidiar con un creciente déficit fiscal y la presión de mantener sus promesas populistas mientras evitaba que la economía se descarrilara. Esto llevó a impulsar reformas fiscales seriamente cuestionadas por la el sector privado y la oposición, particularmente la denominada “Ley de Justicia Tributaria”.

El neopopulismo en el gobierno de Xiomara Castro también ha enfrentado una feroz oposición por parte de algunos miembros de los principales partidos políticos tradicionales. La lucha por el poder político y económico en Honduras se ha intensificado. La oposición ha acusado a Castro de autoritarismo y de debilitar la independencia de las instituciones democráticas. Estas acusaciones han llevado a tensiones políticas y a protestas en las calles. Ante ello, la oposición no solo mantiene la hipótesis en referencia a que el grupo más cercano a la Presidenta pretende una nueva Constituyente con el objetivo de perpetuarse en el poder, sino que, según algunos miembros de la oposición, en los próximos dos años, el gobierno comenzará a imitar medidas populistas implementadas en otros países, por ejemplo:

-Nacionalización de industrias clave: algunos líderes populistas han optado por nacionalizar industrias estratégicas. Esto puede tener un impacto significativo en la economía. Por ejemplo, en Bolivia, el presidente Evo Morales nacionalizó la industria del gas natural en 2006. En Honduras, la hipótesis es que, a partir de 2024-2025, pretenderían nacionalizar sectores energéticos, mineros y bananeros. En comunicaciones, no extrañaría periódicos y televisoras y, en algunos casos escuelas y universidades privadas.

-Control de precios: para ganar el apoyo popular, algunos líderes populistas han impuesto controles de precios en alimentos y productos básicos. Sin embargo, esto a menudo conduce a problemas de escasez y distorsiones en la economía. Un ejemplo es el control de precios en Venezuela bajo el gobierno de Nicolás Maduro. Algo que ha comenzado con el precio de los huevos y otros productos de primera necesidad.

-Redistribución de la riqueza: estas medidas a menudo incluyen aumentos en los impuestos a los más ricos. Un ejemplo histórico de esto es la Revolución Bolivariana liderada por Hugo Chávez en Venezuela. Un escenario hondureño que podría venir en caso de la aprobación de la “Ley de Justicia Tributaria”.

-Expansión de programas sociales: los líderes populistas suelen expandir programas sociales. Un ejemplo es el programa “Bolsa Família” en Brasil, que comenzó durante la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva y el subsidio a la luz eléctrica aprobado en 2022 por el gobierno hondureño.

-Retórica antiélite y antipartidos tradicionales: los líderes populistas a menudo critican a las élites y a los partidos políticos tradicionales, presentándose como “outsiders” que luchan contra el sistema establecido. Ejemplos de esto incluyen a Andrés Manuel López Obrador en México y ahora Xiomara Castro en Honduras en contra del Partido Liberal que ella y algunos de sus asesores representaron en el Ejecutivo durante 2006-2009.

En conclusión, el auge del neopopulismo de “izquierda” en Honduras durante 2022-2023, personificado por el gobierno de Xiomara Castro, comienza a ser un fenómeno político significativo. Castro llegó al poder con un mensaje populista que prometía abordar los problemas crónicos del país. En última instancia, el auge del neopopulismo en Honduras es un reflejo de los profundos desafíos que enfrenta el país. El futuro político de la nación dependerá en gran medida de cómo se gestionen estos desafíos y de si los líderes neopopulistas pueden cumplir sus promesas de cambio.

Con el surgimiento de todo esto, el problema se incrementa para el pueblo porque los populistas de derecha tendrán que contratacar bajo el mismo argumento que los populistas de izquierda. Y entonces veremos un círculo de populismo y polarización tóxica llevada al extremo.

[email protected] Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato. Director del Consejo Académico de Fundación Eléutera. Posdoctorado IIESS-CONICET.