Papa Francisco se pronuncia contra desinformación y coprofilia

José Rolando Sarmiento Rosales

Entendemos, por desinformación lo que se dice o se escribe basado en distintos procedimientos retóricos tales como la presuposición, la mentira, el uso de blogs y falacias, la sobreinformación, la generalización y el oscurantismo. En Wikipedia se define que la desinformación es información falsa o engañosa que se difunde de manera intencionada para engañar e intentar manipular las creencias, emociones y opiniones del público en general. Este es un subconjunto de la información errónea y está relacionada estrechamente con la propaganda y las “fake news”. En los medios de comunicación tradicionales por razones éticas y morales, pero también por las regulaciones legales existentes en Honduras, no se publican mentiras, falacias, mucho menos calumnias o difamación, mucho menos desinformaciones, sino solamente lo que se puede probar y las declaraciones de personas identificadas y responsables de lo que dicen o denuncian.

Con la proliferación de las redes sociales donde se habla y se dice de todo sin ningún comedimiento y mucho menos respeto, algunos acusan sin fundamento a la prensa nacional de ocultar, manipular o evadir temas sobre cuestiones sociales, políticas, económicas o de personas de esos ámbitos, cuando en realidad lo único que ocurre es el apego a lo contemplado en la Ley de Prensa vigente y las leyes de orden civil y penal que prohíben ofensas contra el honor y la intimidad de las personas, la publicación de  mentiras, calumnias y difamación, en los medios de comunicación escritos, radiales y televisados, por ser constitutivos de delito contra la honra de personas e instituciones, al no contar con las pruebas de tales aseveraciones, o no existir fuente responsable de las mismas, que respalden lo que se informa en uso de la libertad de información y prensa existente en Honduras. Sin embargo, los enemigos gratuitos de la profesión periodística y la prensa nacional utilizan ofensiva e irresponsablemente el epíteto de “tarifados”, solo porque en Honduras y en todas partes del mundo, se subsiste con la colocación de anuncios publicitarios y en temporadas electorales la propaganda política pagada.

Por esa razón hoy incluimos el pensamiento del Papa Francisco, sin temor alguno cuando aborda el tema de la desinformación y la coprofilia, haciendo un llamado a los periodistas a combatirlas. Francisco alertó de los riesgos de la desinformación, “uno de los pecados” actuales del periodismo con la “coprofilia” o “amor por el escándalo”. El Papa hizo el aviso en una audiencia que mantuvo con periodistas italianos en el Vaticano. “Mi esperanza es que hoy, en un tiempo en el que parece que todo el mundo lo comenta todo, incluso sin conocer los hechos y antes de informarse, se redescubra y se vuelva a cultivar el principio de realidad. La realidad es siempre superior a la idea”, sostuvo. Francisco, que ha recibido el premio È’giornalismo por la prensa italiana, urgió a evitar que “la sociedad de la información se transforme en la sociedad de la desinformación”. “La desinformación es uno de los pecados del periodismo, que son cuatro: la desinformación, cuando el periodismo no informa o informa mal; la calumnia; la difamación, que es diferente, pero destruye, y el cuarto es la coprofilia, el amor por el escándalo y la suciedad, porque el escándalo vende”, denunció el pontífice.

En cambio, aseveró que “es necesario difundir una cultura del encuentro, del diálogo y de la escucha del prójimo y de sus razones”. El mundo digital, alegó, “nos ha brindado muchas nuevas ocasiones de intercambio” pero también amenaza con “transformar la comunicación en eslóganes”. “No. La comunicación siempre ha ido y venido. Yo hablo, escucho y respondo, pero siempre dialogando. Me preocupan por ejemplo las manipulaciones de quienes propagan interesadamente noticias falsas para orientar la opinión pública”, lamentó. Y agregó ante los informadores italianos: “Por favor, no cedamos a la lógica de la contraposición, no nos dejemos condicionar por los lenguajes de odio”. A propósito del periodismo de escándalo, del cual rechazamos su práctica en Honduras, y que hoy se acostumbra mucho en algunos medios de comunicación, sobre todo en redes sociales, recordamos la enseñanza en nuestros estudios superiores de Comunicación Social de Masas de: “solo practicar escándalos, alzar la voz, utilizar titulares, fotografías agrandadas, cuando se trate de denuncias por crímenes, violación de derechos humanos, actos de corrupción y enriquecimiento ilícito con fondos públicos, nunca por el simple hecho de ganar audiencias o lectores, para justificar la comercialización de anuncios”.

A propósito, la utilización de espacios digitales en la web, suplantando a bajos costos y ninguna o poca inversión, a los medios de comunicación social, sea prensa escrita, radial y televisada, con costos millonarios para establecerse, mantenerse y operar diariamente, provocando el cierre de miles de periódicos locales y regionales en ciudades de Estados Unidos, perdiendo su empleo periodistas, administrativos y trabajadores técnicos, fenómeno que ya ronda los pasillos de los medios de prensa en Honduras.