GOTAS DEL SABER (103)

Juan Ramón Martínez

I
“Don Pedro Valenzuela, jefe del Estado de Guatemala, había hecho varias veces la asunción de aquel elevado puesto, hasta que al fin logró que se le admitiera, sucediéndole don Mariano Rivera Paz, en calidad de presidente del Consejo. A este nuevo jefe se le unieron todos los retrógrados caídos desde el año 1829, tomando entonces la política un aspecto sombrío. Entre tanto (Rafael) Carrera continuaba sus correrías y con 2,000 hombres ataco y derroto al coronel Manuel Bonilla, que estaba con 400 de tropa en Jalapa. Con este triunfo se envalentó Carrera y se aproximó con un poco más de 2,000 salvajes a la capital, amenazándola y situándose en Petapa. El teniente coronel Félix Fonseca, con 300 hombres lo atacó; pero la suerte le fue adversa y salió derrotado. Carrera iba a marchar sobre Amatitlan para proveerse de municiones, pero el general Salazar reforzó aquella plaza, marchando él personalmente a defenderla. Con ese movimiento Carrera cambio de rumbo, y en lugar de dirigirse a Amatitlán, marchó a la Antigua (Guatemala), que se encontraba indefensa. De aquí llamó a todas sus partidas que se encontraban diseminadas por varias partes, y con 5,000 hombres que reunió salió para (ciudad) Guatemala, pernotando en Villanueva. El general Salazar, haciendo esfuerzos inauditos y a la cabeza de 850 soldados, los atacó en aquella misma población, el 11 de septiembre de 1838, tomándose la plaza a viva fuerza y deshaciendo a Carrera completamente, quien dejó en el campo 364 cadáveres”. (E. Martínez López, Biografía del General Francisco Morazán, 18999, pág. 132)

II

El 15 de septiembre de 1842, es fusilado por los ticos en San José, el Jefe del estado de Costa Rica, Francisco Morazán Quesada. Junto al general Villaseñor, fue pasado por las armas. En el testamento que suscribe en esa fecha, Morazán dice que su amor a Centroamérica, muere conmigo y que se lleva el sentimiento de dejar a la nación que ha sostenido incluso dándole su vida, con pena por quedar anarquizada. Declara que su muerte es un asesinato porque se le había dado la palabra que su vida sería respetada.

Muere de pie, sin vacilación alguna, dando un ejemplo de entereza y compromiso que los centroamericanos todavía no valoramos suficiente. Cuando se supo la noticia de su muerte, el gobernante del estado de Honduras, Francisco Ferrera, ordeno a las municipalidades de todo el país, que celebraran actos cívicos para exaltar la conquista de la paz y ratificar a los pueblos que la muerte de Morazán traería la paz y el progreso del estado.

Una e las municipalidades que más se entusiasmó experimento por la muerte de Morazán, fue la de Juticalpa, Olancho que, hizo llegar al gobernante Ferrera, los términos de los vecinos de la cabecera de Olancho, contenidas en un acta celebrada de conformidad a instrucciones del jefe del Estado.

Primera iglesia católica de La Ceiba, Atlántida.

III

En 1885, el párroco de Trujillo, el sacerdote Carlos Domínguez, que también atienda a  la feligresía de La Ceiba, informó de sus actividades pastorales. “Regresé de La Mosquitia el 11 de septiembre de 1885. El 20 del mismo mes salí en el vapor del señor Oteri y el 27 tocaba en La Ceiba hasta el 31 de octubre, con el vapor WARD paso a Roatán que visito hasta el 24 de noviembre. En La Ceiba después de dar la bendición a la muy regular por sus dimensiones, Iglesia de madera americana, que esa población construye con arreglo a las facultades de V.S.Y. El 11 de octubre tomé pasaje en el vapor WARD de la línea frutera Nueva Orleans, desembarqué en Roatán, celebré la misa, oí confesiones a sanos y enfermos, y tuve ciertas dificultades con los protestantes, solucionado moví a la gente que dotaran la capilla de las vestiduras. El 11 de diciembre regrese a la Ceiba en el vapor WARD, el 14 llegue y el 15 comencé hacer el sacrificio de la misa y prediqué. El 24 de enero salí a Balfate a visitar para que hagan cuanto antes la Iglesia o Hermita (sic), proyectada desde el año 1877 por los mismos”. (Antonio Canelas Díaz, 1000 años de la parroquia San Isidro, 1903-2003, La Ceiba, 2003, pág. 39)

 

Juan Ramón Velásquez Nazar – Gustavo Alfredo Landaverde.

IV
El 10 de septiembre de 1968, diez y seis hondureños, reunidos en “La Colmena”, centro de Capacitación de la Iglesia Católica, ubicado en la ciudad de Choluteca, fundaron el Movimiento Social Cristiano, primer antecedente de los que algunos años después, sería el Partido Demócrata Cristiano de Honduras. “Su acta fundacional fue firmada por 16 ciudadanos hondureños: Vicente Williams Agasse, Fernando Daniel Montes Matamoros, Marco Orlando Iriarte, Adán Palacios Irachez, Gustavo Alfredo Landaverde, Juan Ramón Martínez, Juan Ramón Velásquez Nassar, Rodolfo Sorto Romero, José Cisne Reyes, Carlos Martínez Villamil, Rafael Corrales Tarrius, José Antonio Casasola, Ventura Álvarez, Marcos Rojas Pinto, Román Pineda Mesa y Arístides Padilla. En ese histórico documento, se comprometieron a procurar que el testimonio honesto de nuestra vida política y privada, sea la imagen de nuestras convicciones éticas e ideológicas, y que esta actividad será la principal misión de nuestra existencia. Quedan ya pocos de los fundadores, unos han muerto, otros fueron expulsados, retirados y otros se alejaron de ese compromiso inicial”. (Efraín Aníbal Díaz Arrivillaga, Autobiografía: los ideales y las vacilaciones, Tegucigalpa 2023, pág. 154) El primer directorio del Movimiento Social Cristiano, fue integrado por Vicente Williams, Fernando Montes, Alfredo Landaverde, Juan Ramón Martínez y Ramón Velásquez Nassar. De los 16 firmantes, han fallecido 10: Fernando Montes, Marco Orlando Iriarte, Adán Palacios, Gustavo Landaverde, Ramón Velásquez, José Cisne Reyes, Rafael Corrales Tarrius, Antonio Casasola, Ventura Álvarez y Román Pineda Meza.

V
El 29 de septiembre de 1976, murió en Tegucigalpa, Alejandro Valladares, entonces director del diario “El Cronista”, para entonces el más influyente del país. Alejandro Valladares, fue el hijo mayor de Paulino Valladares, el llamado príncipe del periodismo hondureño que, entre otras contribuciones, introdujo en el periodismo el editorial diario. Su hijo Alejandro, tenido con Carlota Bernarh, fue según Medardo Mejía, quien “se inventó el editorial que contenía la información necesaria de la vida pública nacional e internacional y aún de todas las ramas del saber humano para que el lector quedara plenamente instruido”. Refiriéndose a su muerte, Medardo Mejía escribió, en la revista Ariel, “aquí estoy diciendo adiós al último periodista autentico de una Honduras que nunca pudo ser. A pesar de haber pasado tanto tiempo (dirigiendo El Cronista, durante 25 años) Alejandro reflejaba en su hermoso y enfático decir el postrer reflejo de la reforma hondureña, impulso propio de la clase dominante de este pueblo, que para desdicha se diluyo en el mar inmisericorde de las trasnacionales” (Ariel, septiembre de 1976)

VI
Durante el mes de septiembre de 1976, la FUSEP fue denunciada en los periódicos por su accione represivas en contra de la ciudadanía. Según los periódicos de aquella época, en ese mes, eran seis las victimas mortales, “confirmándose de esta manera, una de las espirales violentas más significativas que dicho cuerpo castrense haya protagonizado en los últimos tiempos”. Un periódico capitalino desglosó las seis víctimas en la forma siguiente: “Aldea La Laguna, Concordia, Olancho día 4 de septiembre, fueron fusilados por agentes del DIN de Juticalpa, los ciudadanos Augusto Onias Pacheco y Maximiliano Santos.. En la misma fueron baleados algunos menores y apresados varios adultos, sin justificación, de acuerdo con las denuncias. Mangulile, Yoro, día 11 de septiembre fue victimado en el interior de una bartolina de la Delegación de la FUSEP local, el señor Rigoberto Padilla, quien recibo un disparo de rifles Mauser en la cabeza. Municipio de Morazán, Yoro, 15 de septiembre: el cabo Corea, subdelegado de la FUSEP, mato a los señores Teófilo Guzmán Orellana e Ildefonso Caravantes; y, además, hirió de gravedad a otras personas. Tegucigalpa, F.M., día 20 de septiembre muere en el hospital San Felipe el joven Modesto Elvir, uno de los atropellados por la FUSEP el día 13 del presente mes. Entre tanto su primo Francisco Agoniza y los médicos no dan posibilidades que se recupere en virtud de tener semi destruido su cráneo por la acción de los golpes” (El Cronista, Tegucigalpa, 22 de septiembre de 1976)