Por: José Rolando Sarmiento Rosales
Durante un buen tiempo nos hemos abstenido de abordar el tema de los cientos de miles de inmigrantes que desde Suramérica y cruzando el Tapón del Darién, la selva ubicada entre las fronteras terrestres de Colombia y Panamá, cruzan diariamente en su obligado periplo en búsqueda de llegar a la frontera de Estados Unidos, con ruta obligada por territorio de Honduras. Lo hicimos por razones de prudencia debido a las presiones que ejercen organismos internacionales a los países para que se siga permitiendo el paso, pero a su vez para no incitar a las poblaciones fronterizas del departamento de El Paraíso, al rechazo de los viajeros, evitando incidentes perjudiciales a la imagen internacional de Honduras y de nuestras autoridades de migración y seguridad interna. Pero, ahora lo hacemos motivados no solo por aspectos de interés profesional informativo, sino también por las repercusiones de orden interno en perjuicio de la seguridad ciudadana, los peligros a la salud pública, que vemos están ocurriendo en la ciudad de Danlí, donde el ingreso masivo diario está provocando, se sobrepase la capacidad de atención en las oficinas de Migración, y de los centros humanitarios de atención instalados, convirtiendo los parques y áreas de recreación, en focos de peligro por hacinamiento, perjudiciales para sus habitantes y los mismos inmigrantes.
A guisa de ejemplo de esta difícil situación para Honduras, igual percibimos está ocurriendo en Panamá, donde las autoridades del Servicio de Migración se manifiestan muy preocupadas por los cientos de miles de migrantes ingresados en el presente año, que ya le cuestan una inversión de unos 70 millones de dólares en su atención y manejo: Panamá clama por cerrar fronteras o mitigar paso a migrantes. La directora de Migración de Panamá, Samira Gozaine hizo un llamado a sus pares de América para cerrar o mitigar el ingreso indiscriminado de migrantes por Darién, por donde ya este año habían entrado 307,895 de los cuales en un día fueron 2,354 (entre ellos 130 de China y 85 de Afganistán) y en 23 días de agosto ya van 56,137. El llamado de Gozaine se hizo en la Conferencia Regional sobre Migración y la Conferencia Suramericana sobre Migraciones, que congrega a 23 países de América y delegados de entes internacionales. Si las fronteras se cerraron durante el covid-19; no me digan que no se pueden cerrar, porque en pandemia se hizo, fue el grito desesperado de la directora de Migración.
Samira Gozaine exigió a los otros países asumir responsabilidad ante la migración irregular y dijo que los panameños son víctimas de las naciones con cielos abiertos, que permiten el paso indiscriminado de personas hacia la selva del Darién. La funcionaria reveló que su país ha gastado $70 millones para atender migrantes y denunció que estos han desplazado a las poblaciones aborígenes y han contaminado los ríos que son fuentes de agua de esas poblaciones, dejando toneladas de basura en el parque nacional Darién. Panamá ya asumió su cuota en asistencia humanitaria ante una migración irregular que andan vendiendo como paquetes turísticos. Por las trochas del Darién han ingresado a Panamá más migrantes de manera irregular que por la vía legal a través de puntos de entrada como el aeropuerto de Tocumen, expresó Samira Gozaine. Somos víctimas de aquellos países con cielos abiertos que le permiten a migrantes ingresar a sus fronteras y no los retienen y les permiten que sigan pasando indiscriminadamente para que luego sean víctimas de traficantes y las bandas de trata de personas, añadió. La jefa de Migración sostuvo “que no se trata de una movilidad humana forzada… sino que les venden a personas el sueño americano y les dicen que es fácil pasar de frontera a frontera, porque están protegidos por derechos humanos muy mal entendidos y que los países no los podemos detener”.
Panamá tomará medidas “contundentes” para frenar la ola migratoria que trata de llegar a Estados Unidos por la inhóspita selva del Darién, en la frontera con Colombia, anunciaron las autoridades panameñas, que denunciaron una supuesta falta de cooperación internacional. “La comunicación y el manejo que ha tratado de darle Panamá (a la migración) a través de la cooperación internacional ha caído en oídos sordos, hay países del sur que no le están prestando la debida responsabilidad a este tema”, dijo en conferencia de prensa el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino. Según datos oficiales, en lo que va de año más de 307,000 personas han cruzado el Darién, una cifra superior a la de todo el año 2022, cuando 248,000 migrantes hicieron esa travesía. Mientras tanto, aquí en Honduras es lógico pensar que este año se ha incrementado en varias decenas de miles ingresando a nuestro territorio, lo que implica acciones gubernamentales para facilitarles el rápido paso hacia su búsqueda del “sueño americano”.