Honduras país pobre

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

Hoy por hoy, Honduras no solo mantiene el estatus de ser uno de los países más pobres y desiguales del hemisferio occidental, sino que también, es gobernado por una Presidente que ha impuesto un régimen despótico que abusa del poder, promueve el nepotismo y no está ejerciendo una gobernanza que contribuya a reducir la magnitud y atacar las determinantes de esa pobreza que agobia a los hondureños. Por el contrario, se ha aumentado la pauperización general de la población y la inestabilidad social, debido a las pretensiones políticas que tienen de construir un Estado socialista siguiendo una ruta radical definida por el Foro de Sao Paulo. No obstante, haber ofrecido en la campaña proselitista realizada a lo largo de 2021, un Plan de Refundación muy distante a las líneas políticas que actualmente están ejecutando. Como si al aumentar la pobreza, se crean condiciones políticas favorables para instaurar el socialismo y la dictadura del Partido Libre.

El nivel de pobreza que tenemos es indigno, según estimaciones oficiales, más del 59 por ciento de la población vive en la pobreza y más del 32 por ciento en pobreza extrema, en su mayoría mujeres. Asimismo, “el 20 por ciento de los niños y niñas sufren retraso en el crecimiento, en medio de una creciente inseguridad alimentaria y altos niveles de desigualdad y violencia que afectan desproporcionadamente a mujeres, niñas, población LGBTIQ y personas que viven en zonas urbanas periféricas o en zonas rurales” (OCHA, enero, 2023). Situación que se ha agravado por el impacto de las tormentas, la presencia de maras y pandillas que incrementan los retos de brindar asistencia. El efecto de las inundaciones cuyos orígenes están asociados al fenómeno de la Niña, que aumentaron en más del 100 por ciento el número de personas afectadas en comparación con 2021. En octubre de 2022, la Tormenta Julia dejo estragos en 15 de los 18 departamentos del país (Copeco). Este panorama se ve más nublado al considerar la inefectividad gubernativa para controlar la inflación y el aumento de los precios que afectan el poder adquisitivo de los hogares de bajos ingresos. En la actualidad, con casi dos años de gobernanza, los socialistas no han sido capaces de mejorar el poder adquisitivo de la población hondureña. Más del 50 por ciento de nuestra población, viven con menos de US$ 6,85 dólares al día, mientras que, en el Caribe y Centroamérica, la proporción de familias en esta situación es del 25,6 por ciento. Los pobres hondureños en extrema pobreza apenas si logran alcanzar US$ 2,15 por día (Banco Mundial).

A pesar de que las necesidades humanitarias en Honduras, están asociadas a los altos índices de pobreza y pobreza extrema y van en aumento, la Presidente en nuestro país, se percibe indiferente y más interesada en tener el control político absoluto de los poderes del Estado que, en instaurar, una política de gobernanza de la pobreza. No entiende que “la pobreza y la política están interrelacionadas de maneras complejas. Y que la pobreza es esencialmente un proceso multifacético de uso del poder político, ejercicio de la autoridad política, movilización de recursos políticos, gestión de instituciones políticas y obtención de legitimidad política (J. Chin.2022)”.

En el gobierno actual, no existe una política de gobernanza de la pobreza y más bien aplican una estrategia orientada a aumentarla con fines políticos fríamente calculados. En Honduras, la pobreza es el problema más agudo y sin resolver que enfrentamos.

Como lo demuestran los indicadores, la mayoría de los hondureños, más del 90 por ciento, tienen niveles de ingresos en sus hogares que no satisfacen las necesidades humanas esenciales, ni un nivel de vida mínimo. Es común ver en Honduras que, las personas empobrecidas experimentan falta de alimentos, vivienda adecuada, agua potable y saneamiento. Es decir, viven en un estado de pobreza en la que hay privación pronunciada de bienestar. Existe privación de capacidades que obstaculizan las libertades de las personas para funcionar plenamente en la sociedad y alcanzar su potencial. Hoy en día, el gobierno de Honduras no le está concediendo gran importancia a la solución del problema de la pobreza aguda, pero sí adopta una variedad de medidas para fortalecer al Partido Libre, a sus activistas, a los familiares de la Presidente y amigos del coordinador del partido, a los funcionarios públicos claves, con el fin de sostenerse en el poder de gobierno por sécula seculórum.

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