El imperio que no caerá. ¡Estados Unidos no será Roma!

Carlos G. Cálix

Aunque crearon un Capitolio y un Senado en Washington, los “Padres Fundadores” de EE.UU. estaban sumamente conscientes de la historia del Imperio Romano. Por ello, ¡Estados Unidos no será Roma!  Muchos estadounidenses mantienen este principio y procuran evitar el colapso de la República impidiendo una autocracia cerrada. Los débiles enemigos latinoamericanos del país del norte que se autodenominan “anticapitalistas” y “antiimperialistas” siguen soñando con que la democracia liberal caiga, mientras sus hijos y nietos disfrutan de Disney Land.

Pese al daño institucional interno, Estados Unidos ha demostrado fortaleza y resiliencia sobresaliente a lo largo de los años. La nación que surgió como un faro de esperanza en el Nuevo Mundo, sigue siendo la luz que permite llegar al puerto de las libertades. No es solo su tamaño geográfico o su poder militar lo que lo coloca en esta posición, sino una serie de factores sólidos y tangibles que hacen que Estados Unidos sea el país más fuerte del mundo en el siglo XXI, contrario a todas las estimaciones que desde el año 2000 se hacían para el 2025.

La libertad económica ha sido un pilar fundamental en la construcción estadounidense. A lo largo de su historia, Estados Unidos ha promovido la libre empresa, el comercio y la inversión. Según el Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage y del Fraser Institute, Estados Unidos se encuentra entre los países más libres económicamente del mundo. Esta libertad ha permitido que las ideas innovadoras florezcan y que los emprendedores tengan la oportunidad de convertirse en líderes en sus respectivos campos. – ¿No quisiéramos algo similar para Honduras?

Un dato que refuerza esta afirmación y que da respuesta a la pregunta anterior, es la cantidad de millonarios que se encuentran en Estados Unidos. Según el Informe sobre la Riqueza Mundial de Credit Suisse, Estados Unidos tiene la mayor cantidad de millonarios en el mundo. En 2020, más de 5,7 millones de estadounidenses tenían un patrimonio neto de al menos un millón de dólares. Esta acumulación de riqueza no solo beneficia a los individuos, sino que también impulsa la economía y la inversión en el país. – Proporcionalmente, ¿no quisiéramos algo similar para Honduras?

Otro aspecto que coloca a Estados Unidos en la cima del mundo es su liderazgo en innovación y tecnología. La nación ha fomentado un entorno propicio para la investigación y el desarrollo, lo que ha resultado en una cantidad significativa de patentes otorgadas. De hecho, Estados Unidos es el país que más patentes registra a nivel mundial.

La inversión en investigación y desarrollo también es un factor crucial en este éxito. Grandes empresas tecnológicas como Apple, Google y Amazon, todas originarias de Estados Unidos, lideran la vanguardia en áreas como la inteligencia artificial, la biotecnología y la computación cuántica. Estas empresas no solo generan riqueza, sino que también contribuyen a la creación de empleos y al progreso tecnológico en todo el mundo. -Una visión de solidaridad en la que coincido con Olban Valladares.

Además, el enfoque en la energía y la tecnología ha llevado a un resurgimiento en la producción y la exportación de petróleo y gas. Estados Unidos se ha convertido en uno de los principales productores de energía del mundo, lo que no solo fortalece su economía, sino que también le otorga influencia geopolítica. Aspecto que Guillermo Peña Panting deja claro siempre que puede.

La diplomacia y la cooperación internacional también han sido una parte integral del renacimiento estadounidense. Ante esto sugiero consulten en el futuro cercano a Carlos López Contreras para llevar a Honduras hacia la diplomacia que merece.

Estados Unidos se ha convertido en un imperio que no caerá y, esto se debe a una combinación de libertad económica, innovación y adaptabilidad. Su economía dinámica y su ambiente empresarial acogedor han permitido la acumulación de riqueza y la prosperidad de millones. Tal como lo siguen manifestando diversos actores políticos y empresariales de Honduras, así como ciudadanos como Savattore M. Dipani y Adolfo Vargas, quienes motivaron el título para esta columna.

En resumen, Estados Unidos ha forjado un imperio duradero basado en la libertad económica, la innovación y la capacidad de adaptación. El siglo XXI promete ser otra era de liderazgo estadounidense en la que la nación continúe desempeñando un papel crucial en la economía global y la resolución de problemas mundiales, incluyendo el que actualmente vive Honduras, particularmente el que pretende ir hacia una democracia cerrada, bajo la errada ruta del “socialismo”. Así que, contrario a lo que piensa el expresidente hondureño que se autodenomina “anticapitalista” y “antiimperialista”, Estados Unidos no caerá y su influencia perdurará en los meses y años venideros.

[email protected] Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato. Director del Consejo Académico de Fundación Eléutera. Posdoctorado IIESS-CONICET.