Naciones Unidas (EFE). El Consejo de Seguridad de la ONU fracasó de nuevo en sus intentos de frenar la guerra en Gaza, y sus miembros fueron incapaces de aprobar una resolución de Estados Unidos, que pedía establecer «pausas humanitarias», y otra de Rusia, que exigía un alto el fuego inmediato.
Son, respectivamente, el tercer y cuarto intento fallido que lleva a cabo el Consejo de Seguridad, lo que muestra la profundidad del enfrentamiento dentro del consejo, dividido entre Rusia y China, por un lado, y Estados Unidos, por otro, y que tiene maniatado al máximo órgano de Naciones Unidas.
La resolución de Estados Unidos llevaba varios días circulando entre los miembros, y EE. UU. había accedido a algunas enmiendas para que no estuviera tan escorado en favor de Israel, pero a la hora del voto se opusieron Rusia y China (ambas con derecho de veto) y Emiratos Árabes Unidos.
Votaron a favor diez miembros, mientras que Brasil y Mozambique se abstuvieron.
La embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, había definido en sus palabras introductorias el día de hoy como «un test para todos nosotros, para la comunidad internacional y el mismo consejo», test que ahora parece fracasado ante la incapacidad del organismo de sacar adelante un mínimo texto de consenso.
El embajador chino, Zhang Jun, objetó que el texto de EE. UU. no llamara a parar «el uso de fuerza indiscriminado y asimétrico» por parte de Israel, y que supusiera «una aplicación tan selectiva de la legalidad internacional y los dobles raseros, que solo empujan a más civiles a la muerte».
Zhang lamentó que el texto no llamara específicamente a un cese de hostilidades. «El alto el fuego no es un término diplomático, significa vida o muerte de muchos civiles», expresó con una contundencia que suele ser rara en las intervenciones de los representantes chinos.
Más previsible fue la postura del embajador ruso, Vasili Nebenzia, quien consideró que el texto de Estados Unidos «no reúne los estándares básicos: no contiene un llamado al alto al fuego, no condena los ataques arbitrarios contra civiles ni critica el movimiento forzoso de las poblaciones (palestinas)».
Y sobre la frase del «derecho de los Estados a defenderse» (muy importante para EE. UU.), el embajador ruso la consideró «inadmisible cuando hablamos de un poder ocupante, y eso es lo que Israel es en el territorio palestino».
Como le sucedió la pasada semana, Rusia no logró los votos necesarios para aprobar su propia alternativa (se necesitan nueve votos favorables), por lo que no hizo falta a EE. UU. usar su derecho de veto: votaron a favor solo cuatro países (Rusia, China, Emiratos y Gabón), EE. UU. y el Reino Unido lo hicieron en contra y nueve países de abstuvieron, Francia entre ellos.
De manera significativa, Emiratos Árabes, un país por lo general aliado de Estados Unidos y en tratos últimamente con Israel, se ha posicionado hoy en contra de la resolución de EE. UU. y a favor de la de Moscú, lo que parece marcar un viraje en su política exterior que refleja la importancia que los países árabes están dando a la cuestión palestina desde el estallido de la guerra en Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reafirmó que «habrá intervención terrestre en Gaza» y que «se trabaja contra reloj» en los preparativos para destruir al grupo islamista palestino Hamás, autor de los ataques contra Israel del pasado día 7 con 1,400 muertos y más de 200 secuestrados.
«Estamos en una guerra por nuestra soberanía, por nuestra existencia y nos hemos fijado dos objetivos fundamentales: erradicar las capacidades militares y gubernamentales de Hamás y hacer todo lo posible por traer de vuelta a casa» a los rehenes en poder del grupo islamista palestino, dijo Netanyahu en una alocución televisada.
El primer ministro israelí apuntó que, junto con el ministro de Defensa, Benny Gantz, y el jefe del Estado Mayor, teniente general Herzi Halevi, «trabajan contra reloj, día y noche», para ejecutar los objetivos de esta guerra hasta la victoria.
«Me gustaría ser claro: el momento de la operación de las Fuerzas de Defensa de Israel ha sido determinado por unanimidad por el gabinete a cargo de esta misión, junto con el jefe del Estado Mayor General, y trabajamos para garantizar las condiciones más óptimas para nuestras tropas durante las próximas actividades», destacó Netanyahu.
El ejército israelí informó que había golpeado «varias infraestructuras terroristas» del movimiento islamista el miércoles. Hamás indicó por su parte que al menos 700 personas habían muerto en un día en Gaza.