Indispensable una oposición articulada

Por: Abog. Octavio Pineda Espinoza(*)

Los recientes acontecimientos en Honduras, donde los que ostentan el poder han buscado amedrentar, comprar, convencer, someter y destruir a los que intentamos crear una oposición constructiva, nos recuerdan de la importancia que hay en toda democracia funcional, de tener una oposición articulada, en donde los pesos y contrapesos sociales se hagan efectivos ante la avasalladora marcha de regímenes autoritarios que se han ido instalando y saliendo en América Latina.

El que yo llamo el péndulo político-ideológico se ha manifestado en nuestra región gracias a los extremistas de derecha y de izquierda, ante el retroceso preocupante de los partidos de centro, sean de centro izquierda o de centro derecha. Al principio vimos un movimiento a la extrema izquierda en muchos de nuestros países, fomentada por los errores estratégicos de los gobiernos, por la alta corrupción, por la impunidad, por las vinculaciones al narcotráfico, el lavado de activos, ante la desidia extrema que olvidó las necesidades sociales y el desmantelamiento del Estado Constitucional de Derecho.

Luego que las poblaciones latinoamericanas han ido descubriendo que cambiaron aspirantes a dictadores de derecha por aspirantes a dictadores de izquierda, que las narcodictaduras han dado paso a narcopopulismos todos permeados por el narcotráfico y los carteles internacionales, que han descubierto que sus problemas reales no importan a las élites políticas que solo velan por sus mezquinos intereses hemos empezado a ver un retorno de ese péndulo de la extrema izquierda a gobiernos más de centro y algunos a centro-derecha-izquierda, ejemplos de ambos los podemos ver en Guatemala, El Salvador, Ecuador, Argentina, Costa Rica, Brasil y otros, Uruguay es un buen ejemplo de gobiernos con un fin común sean de un lado o del otro, de ahí deberíamos aprender algo.

En el momento que escribo Colombia sufre con un Petro vinculado a la izquierda y al narcotráfico, con un Brasil dividido en dos facciones, con un Perú sumido en un caos, con una Venezuela, país con enormes riquezas naturales cooptado por una banda de corruptos que lo ha empobrecido a niveles históricos, con una Nicaragua que ha eliminado toda la oposición y que ha perseguido iglesias, empresarios y todo aquel que se atreve a decir algo en contra del dictador, cuya esposa, sin ser abogada, se autoproclamó presidenta del Poder Judicial. América Latina, esa patria grande que soñó Morazán y Bolívar se debate nuevamente entre aquellos fanáticos de un lado o del otro que no pueden ver más allá de sus narices, de sus privilegios y los de sus amigotes, que se olvidaron de sus orígenes y que se enamoraron del poder sacando a relucir sus apetitos caudillescos.

En ese teatro internacional se encuentra Honduras, un país bendecido por Dios, con costas en ambos océanos, con enormes recursos naturales y humanos, con el beneficio o el maleficio de ser geopolíticamente importante, justo en el corazón de América, país que debería tener mejor suerte, sometido a enormes presiones político-sociales y a un esquema ideologizado falsamente creado por dos partidos irresponsables que no miran más allá de sus bastardos apellidos.

Primero el PN que nos sometió a 12 años de angustias y de sistemáticas violaciones a la Constitución y al Estado de derecho, sometidos a los gustos personales de Juan Hernández, presidiario ahora en las ergástulas penitenciarias de Estados Unidos, junto con un séquito de aduladores que no le supieron señalar sus errores y sus abusos, que ahora corren, como corrieron los exfuncionarios de “Mel” después del 2009 hacia Nicaragua, el paraíso dorado de todos los corruptos de Honduras y que solo pudieron regresar gracias al Pacto de Impunidad adoptado en el CN al principio de este desgobierno, obstáculo principal para que no venga la CICIH a Honduras.

Después por la presente administración de Libre, que no termina de entender que el pueblo hondureño votó para sacar a Juan, no para darles carta blanca a ellos para hacer lo que quisieran, mi padre, el maestro diría, que estos salieron corregidos y aumentados, que solo llegaron para implementar lo que le aprendieron al otro y que, en el camino, se jalaron de los otros partidos, incluyendo al mío, el Partido Liberal, a los sospechosos usuales para hacer igual o peor que aquel que ahora espera juicio en los juzgados del condado sur de la ciudad de Nueva York con la torpeza de pensar que no son ellos los que siguen.

En este ambiente tóxico creado por el familión, cuya aspiración máxima es convertir al bebesaurio de “Mel” en presidente sin el imperio de la Constitución del 82, la que más ha durado en nuestra azarosa vida republicana, lo que obviamente estorba, con un Congreso dirigido por un ilegal payasete y títere cuyo único mérito es tocar un tambor y hablar como muñeco de trapo lo que le dice Carlón, es que hemos llegado al extremo nunca antes visto en la historia de Honduras, de tener cerrado el Congreso por más de 95 días, de tomar decisiones con una Comisión Permanente ilegal e inconstitucional y con jefes de bancada de los partidos tradicionales agazapados o cooptados por el famoso tilín tilín o por los propios intereses personales que chocan con los nobles principios de los partidos a los que dicen representar aunque ya nadie les cree, en ese ambiente difícil es que nace una oposición ciudadana.

Surgió una oposición parlamentaria que espero se mantenga, creada por PSH, PN y PL, surge el BOC que es un intento de oposición partidaria quizás y que urge cambiar de voceros pero ha surgido algo más grande, una oposición ciudadana que yo llamo mayoría ciudadana y que aspira a defender no a los corruptos de los partidos, pero sí a la democracia y al Estado de derecho, a la democracia y a la legalidad y eso, en un país como el nuestro es indispensable y necesario, porque ¡todos preferimos una democracia imperfecta a una dictadura perfecta!

*Abogado y Notario. Catedrático Universitario. Político Liberal.

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