Socialistas quieren venganza, no justicia

Marcio Enrique Sierra Mejía

Es una triste verdad, la violencia y el sometimiento del otro son el pan de yema o la semita para los dirigentes del Partido Libre y su cúpula dirigente, así como del gobierno que, desde el Poder Ejecutivo, aplican las directrices que dan los asesores marxistas internacionales de Cuba y Venezuela en Honduras. Estamos enfrentando una campaña mediática gubernamental con altas dosis de violencia política intimidatoria que aparenta ser exitosa. Los opositores políticos, ven en su cotidianidad mensajes y hechos de humillación que, tienen como propósito, la humillación y la exhibición impúdica de la intimidad de actores políticos opuestos al gobierno por sus posturas políticos ideológicas. Al punto, que los de la élite política socialista que dirigen el vaivén del gobierno, disfrutan con perversidad la persecución política institucionalizada. La justicia, por ejemplo, se ensaña con los nacionalistas, que dispone de pocos medios para defenderse, exhibiendo a algunos de sus dirigentes, como delincuentes sin haberlos vencido en juicio. Tal es la exhibición humillante, que la han convertido en la contraparte del poder tirano, de quienes están manejando el sistema de gobernanza refundacional que proclaman con cohetes y morteros, como si estuviesen en una fiesta celebrando con exhibiciones pirotécnicas.

En Honduras, los socialistas que nos gobiernan y que giran alrededor del nepotismo corrupto y la inmoralidad, han confundido la justicia con la venganza. Se conducen siguiendo una lógica, que responde al mal con acciones equivalentes; en cambio, la justicia, al menos como principio ideal, la desprecian para realizar acciones reparadoras que causen el bien. Impera la venganza como objetivo central, porque lo que pretenden es hacer daño, a quienes presumen han hecho actos injustos; alejándose de aplicar la justicia para superar ese mal. Tal parece, que la venganza responde al sentimiento que impera en los dirigentes del Partido Libre y su coordinador, porque quieren satisfacer el deseo de castigar a los opositores considerados los enemigos, aplicando la filosofía del “ojo por ojo, diente por diente” que, por lo visto, les produce placer momentáneo a quienes aplican la venganza, “desconociendo deliberadamente que solo la justicia puede dar paz permanente, generar armonía y traer consuelo y verdad”.

Hoy por hoy, en Honduras, aplican el poder con el fin de perseguir a los opositores y saldar cuentas políticas con afán vengativo, porque están convencidos que la ciudadanía en general, desaprueba las desaforadas maldades corruptivas que se cometieron por quienes ahora están en la “llanura política”, sin reconocer que, en el actual gobierno los oficialistas de turno, igualmente, están cometiendo barbaridades corruptivas, sin que se permita el reclamo como ellos lo imponen con sus adversarios o enemigos políticos. Estamos viviendo en el presente mandato gubernativo, el flagelo de la corrupción quizá con mayor solapamiento que en gobiernos anteriores y bajo una muy bien montada narrativa de juzgamiento político a los corruptos del pasado, pero por actores que también son corruptos y juzgan, escondiendo un historial y una ética mucha más cuestionable, elevada a su máxima expresión amoral, que la de los que son juzgados, desviando la atención con casos de corrupción ocurrido en gobiernos anteriores, para evitar ser acusados por las desvergonzadas acciones de corrupción que están cometiendo.

Honduras necesita que se aplique una justicia independiente sin parcialidad política con todas las garantías legales. Queremos paz y democracia, no enfrentamiento, tiranía y dictadura.