Juan Manuel Aguilar Flores
Los que pintamos canas hemos disfrutado de tres tipos de arbolitos navideños: de pino, de ramas pintadas en blanco y plástico. Las ventajas del último por ser sintéticos se guardan y durando varios años. ¿Desea usted estimado lector, saber desde cuándo usamos arbolitos navideños en Tegucigalpa?, aquí el relato. En los últimos días de diciembre 1905, prensa local divulgó que el doctor Gustavo A. Walther director del Hospital General: “… había llenado de contento a los enfermos de aquel centro de salud, presentándoles en Nochebuena un hermoso árbol de Navidad bellamente decorado por el filantrópico comerciante don Nicolás Cornelsen quien, además obsequió a los enfermos galletas y chocolates, y con juguetes y dulces a la chiquillada. El árbol además de su bello aspecto causó grande y admirable impresión por lo novedoso, pues como se sabe el adorno tradicional nuestro para esta ocasión ha sido el “nacimiento”. Mas no terminaban ahí las sorpresas para esos desvalidos, porque el doctor Walther les obsequió punches y golosinas que disfrutaron escuchando dulce música de bandolones y guitarras. La prensa felicitaba calurosamente, tanto al médico como al comerciante por el rasgo de gentileza, que debería ser imitado por nuestros paisanos adinerados”. Oportuno es referir que el Sr. Cornelsen y el doctor Walther fueron inmigrantes alemanes que llegaron a Honduras a finales del siglo XIX e inicios del siguiente respectivamente. Para la fecha mencionada el Hospital General estaba construido donde hoy se ubica el Museo de la Identidad Nacional (MIN), no tenía la extensión, ni la segunda planta que hoy presenta dicho inmueble. Históricamente los nacimientos vienen efectuando desde el 24 de diciembre 1223 d. C., siendo su precursor San Francisco de Asís. A partir de esa fecha, la cristiandad recrea año con año esta tradición como representación escénica del lugar de la Natividad. La tradición fue traída por religiosos españoles. De las iglesias –ya en el siglo XIX, llegan a confeccionarse en casas del vecindario que contaban con facilidades económicas, decorándose con la flora regional: flores, paja, suyate, junco, agujas de pinos, helechos de diversos colores, paste de cerro y hojas del plátano. Las figuras de barro de mayor tamaño eran los personajes y animales tradicionales del pesebre. Algunas figuras hechas de trapos fueron sustituidas por los de barro y éstos reemplazados por los de plásticos. En las décadas años 40 y 50 vienen del exterior las figurillas luminosas cuyos diseños eran casas típicas norteamericanas; y europeas, San Nicolás con su tradicional ropaje; los trineos; los enanitos y sin faltar la estrella en famoso calcetín rojo. Para configurar ríos y lagos era indispensable el uso de vidrio plano, adornado de barquitos y animales de ese ambiente. La corta extensión de un rio era hecho de tiras de papelillo azul extendido. Los nacimientos se armaban sobre mantas blancas, posteriormente en papel estraza con engrudo (pegamento hecho de almidón). Los nacimientos no dejaban de estar cercados por pequeñas piedras, agujas de pinos y aserrín dando fragancia al local del nacimiento. Este último material era conseguirlo, en Tegucigalpa estaban aserraderos: dos en la primera avenida de Comayagüela; otro en barrio la Bolsa, uno salida de Belén (hoy mercado zonal); dos en carretera vieja de Olancho; Barrio Abajo y frente al Asilo de Ancianos otro. Se lograba aserrín en carpinterías. En los arbolitos, el algodón en “puchitos” se utilizó para denotar copos de nieve. De no utilizarse algodón se recurrió al papel plateado, interior de los cigarros para representar “lluvias plateadas”. El papel plateado se reducía a trocitos, enrollándose, y con la ayuda de una aguja en la parte central se introducía un hilo haciendo ristras, colocándolas vertical u horizontalmente en el árbol (Figura). Las bellotas del pino eran pintadas en blanco o dejadas al natural y con un amarre se colgaban. Los helechos, gallitos y paste de cerro, eran conseguidos en orillas de la carretera a Valle de Ángeles, carretera del sur, El Hatillo o en las vegas de una quebrada cerca de la hacienda “El Trapiche” aquí, tomado el camino de la derecha conducía al poblado de indios de Suyapa, el del centro al antiguo poblado indígena de “Villa Nueva” (hoy Villa Nueva “La Vieja”). El tercero al similar poblado de Jacaleapa. El paraje donde convergían estos caminos fue conocido “Los Tres Caminos”. Los nacimientos eran desarmados hasta el 10 de enero o continuaba según la decisión de los vecinos en seguir el evento navideño con la “pérdida y “encuentro del niño Dios”. En próximo relato será sobre la actividad alfarera de poblados cercanos a Tegucigalpa de donde procedían las figurillas de barro para los nacimientos, otros objetos decorativos de utilidad casera. Aprovecho esta ocasión para dar a conocer referente a los regalos navideños que actualmente los hacemos con preferencia desde el 24 de diciembre, para inicios del siglo XX, este acto de mucho sentimiento humano que se le expresa a quien va destinado se efectuaba el día 6 de enero, cumpliendo con los verdaderos eventos de lo sucedido en Belén. Para constar lo anterior he aquí un dato publicado: “Distribución de juguetes. Ayer en el Teatro Nacional, Juanita y Enmita Bonilla, Mónica y Camila Soto, María Luisa Alvarado, Lolita Fortín y Julia Lardizábal, elementos de nuestra sociedad distribuyeron juguetes a los niños desheredados de la fortuna”. Se tiene el criterio que por cosas propiamente comerciales a nivel mundial la entrega de regalos se hace en las dos últimas semanas del mes de diciembre.
NOTAS
-Rosa, Marco A. “La Tegucigalpa de mis primeros años”. Teg. 1972. Imprenta Calderón
-Álvarez, Miguel. “Los Nacimientos”. Almanaque Hondureño. 1991, pág. 146.
– Diario La Tribuna. “Tradiciones Navideñas”. Nuestro Orgullo. No. 18. (Suplemento) año 2008
-Valerio, Octasiano. “La Alhambra Historia Novelada”. Una época de Oro de la Educación en Honduras”. Teg. 1993.
-Aguilar Flores, Juan Manuel. “Convivencias en Tegucigalpa 1950-2000” Inédito.
-Periódico “El Constitucional”. Teg. 2-1-1920, No. 67, Pág. 1, col 5. Hemeroteca Nacional