…Hablando de orejas

Carolina Alduvín

El primer día del año, la voz de pitoreta nos crispó los oídos en cadena nacional para proferir una serie de imprecisiones, exageraciones y mentiras sin maquillaje. Comenzando con su aburridora cantaleta de los 12 años de dictadura y narcotráfico, como si los que le mueven los hilos no se estuvieran enfilando hacia tal forma de gobierno, ni participaran de ese sucio negocio. Se refiere a grupos favorecidos por corrupción e impunidad que la adversan, olvidando que las leyes y decretos del CN que ellos dejaron, apenas las tocaron y más bien las utilizan a su favor para quedar impunes de las mismas fechorías que señalan. Personal a su servicio, nos narra con lujo de detalles la forma en que se llenan los bolsillos con todo eso que escatiman de un presupuesto con bajísima ejecución. Y todavía habla en pasado de un narcoestado gobernado por corruptos.

Luego de tal preámbulo, pues la credibilidad de todo vociferado, tiende a cero, en cuanto a reconocimiento internacional; eso, fue recuperado hace mucho tiempo, no es obra de su torpe diplomático en jefe y, para que venga la Cicih todavía hay que derogar el pacto de impunidad con que estrenaron las gestiones de un CN liderado por una directiva todavía ilegal, tanto así lo reconoce, que llamó a una juez para ser juramentada bajo la supervisión de la segunda a bordo del imperio que tanto dicen repudiar y al que temen como a la siguanaba le venga a llevar al mamarracho de sus sueños y sus cómplices. Sí, con su fiscal espurio a modo, está haciendo persecución política y su bombo redondo amenaza a los diputados de oposición para que cumplan con los caprichos del trabajo sucio que le toca hacer.

Sigue con lo del saqueo descarado durante lo que llama narcodictadura, sigue hablando de orejas y lloriquea con cifras imprecisas -de acuerdo a los que investigan el asunto. En cuanto a la generación de empleo, menciona cientos de miles, la pregunta obligada si eso fuera exacto es: ¿por qué los ciudadanos migran irregularmente en similar orden de magnitud? Además, se abstiene de mencionar los que han desaparecido con su política ideologizada de eliminar leyes que presentan alternativas como el empleo por hora, y otras medidas que desestimulan la inversión. Otra imprecisión es la ejecución del presupuesto, las fuentes autorizadas señalan que es menor a lo proclama

También imprecisas son las aseveraciones sobre seguridad, en cuanto a la tasa de homicidios. La relación con China continental no es tan buena como la que se tuvo con Taiwán, los detalles que los revelen los exportadores de camarón. Y del sistema de salud, queda mucho en entredicho, el ministro saliente era buenísimo para criticar al régimen anterior, y no es que fuera mentiroso o impreciso como su jefa, quién con su usual torpeza, cambió a un buen médico por un pésimo administrador, que no tuvo habilidad para lidiar con las mafias sindicales que imperan en las instalaciones gubernamentales, mucho menos con las turbas amaestradas que boicotearon su gestión un día sí y los demás también. Para hacer su graciosa retirada con una andanada de denuncias sobre actos de corrupción, mismos que no tuvo la disposición de corregir estando en el cargo: ¿venganza, ineptitud o complicidad? Usted discierna.

La Cicih es otra burla a la ciudadanía, por muchas cartas de intención que firmen y atole con el dedo a quienes la esperan y promueven, el requisito de derogar pactos de impunidad, no tienen intención de derogarlo, tampoco muestran disposición a tolerar lo que denominan injerencistas; así que déjense de mentir, ese caballito de batalla no va a ocurrir. Lo de los nuevos hospitales está por verse. Que refunda a Honduras no nos interesa, aunque con paso firme, sus funcionarios recurren a todo tipo de tropelías y violaciones a la Constitución para cumplir con los dictados que desde el extranjero la mueven a cumplir con una agenda totalitaria y entreguista a naciones extranjeras. Además, amenaza con movilizar violentos grupos de choque en los próximos días, en aras de completar su nefasta agenda a capricho de los cobardes extraditables que la manejan.

Como epílogo, se refiere a los movimientos en el gabinete y a su rendición ante la reina de diamantes, como buena e indigna sumisa ante las imposiciones del usurpador. Lo que hay que aguantar para llenarse los bolsillos impunemente.