Por Alberto García Marrder, desde Madrid
Lo nunca visto en Europa, ha sucedido en España: el presidente de Gobierno o Primer Ministro, el socialista Pedro Sánchez, ha anunciado que se va a toma cinco días para “pensar” si dimite o si sigue adelante con “el alto puesto que tengo” y mientras tanto, suspende su agenda oficial.
Y al carajo los españoles, sin gobierno, hasta el, lunes 29 de abril.
Y este melodrama de este político, muy dado a ello en otras ocasiones, pero nunca como este, se debe a las denuncias que está recibiendo su esposa, Begoña Gómez, tanto en la oposición, en la prensa y ahora en un juzgado por “tráfico de influencia”….es decir de corrupción.
En una carta para explicar esta decisión, Sánchez, admite que está enamorado de su esposa y que no va a permitir que se la siga denigrando con estos “infundios.”.
Yo seguía la sesión del parlamento el miércoles por transmisión en directo y cuando Sánchez acudió a la sesión de control del gobierno, se le notaba serio, enojado o como califican los españoles. “muy cabreado”. Y poco después, dio a conocer esa carta, sin consultar a sus asesores, los mas de 500 que tiene.
Y entre sus ministros, las mayoría mujeres, incluyendo a su tercera vicepresidenta , la comunista gallega Yolanda Diaz, se les notaba también como en estado de “shock”.
En resumen: hay que respetar la situación emocional de Sánchez de defender a su esposa (en España dicen “su mujer”), pero no es admisible que abandone sus obligaciones “durante cinco días” y deje al país en vilo ese tiempo.
Sánchez dirige un gobierno socialista-comunista en minoría parlamentaria y que por eso, tiene que apoyarse en grupos radicales y en separatistas catalanes y vascos.
Y uno de esos, Bildú (la versión política de la ex organización terrorista vasca ETA), acaba de ganar, con el PNV, las elecciones autonómicas del País Vasco.
Y en Cataluña, Sánchez está sometido al chantaje del partido “Junts per Catalunya”, del fugado Carles Puigdemont, que a cambio de sus siete votos parlamentarios, ha logrado un amplia amnistía para todos (mas de 700) implicados en el “proceso” catalán por una independencia.
Y ahora, esos grupos separatistas, están pidiendo, para comenzar un referéndum previo que lleve a una independencia o auto gobierno, tanto del País Vasco , como de Cataluña.
¿Qué puede anunciar Sánchez este lunes 29 de abril? Nadie lo sabe. Puede dimitir, seguir adelante “ante el apoyo abrumador del pueblo” o convocar unas elecciones.
¿O todo es un “puro teatro”? El drama está servido, pero Pedro Sánchez, saldrá muy tocado, de todas maneras.