Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
Entiendo que la conciencia social es una actitud mental que la persona tiene para tomar conciencia del estado en que nos encontramos como sociedad. En Honduras, la ciudadanía en general, tiene una baja capacidad de razonamiento intelectual que nos hace sobrevivir, con un tipo particular de conciencia que no nos permite relacionarnos, como sociedad mediante el establecimiento de relaciones de empatía con las personas que nos rodean. Y mucho menos, dialogar políticamente, sin tener que adoptar posiciones antagonistas violentas. A pesar que para lograr desarrollarnos necesitamos conciencia social, en nuestra formación social, abunda el irrespeto y el bajo nivel de desarrollo social capaz de desarrollar la sociedad como un todo.
Bajo tales circunstancias, pretender imponer el socialismo utilizando el poder del Estado para lograrlo, es un objetivo político viable y ventajoso para el Partido Libre, porque la masa ciudadana se puede manipular políticamente a su favor sin mucha dificultad política.
Sin embargo, aún existe un espacio social para desarrollar una conciencia política favorable al desarrollo de un proceso que evite a los marxistas, tener el poder de Estado indefinidamente. Hasta hoy, la ciudadanía que activa partidariamente y que votó en las elecciones generales 2021, es mas baja que la que se abstuvo de votar. ¿Hasta que punto los argumentos que defiende la derecha tienen oportunidad de ser aceptados por esa masa abstencionista y posibilitar que el Partido Libre pierda las elecciones, si se producen? He ahí el desafío que enfrentamos los que políticamente estamos a favor de un desarrollo político alternativo.
Estamos observando que la salida política no es por la vía partidarista tradicional. La ciudadanía de la derecha que, se anida en los partidos, principalmente en el Partido Nacional, se encuentra atrapada en un circulo vicioso que no les permite salidas democráticas consecuentes con la lucha política que se debe emprender. Lo cual significa, que para vencer a los socialistas marxistas que controlan el Partido Libre, es necesario tomar un rumbo distinto al que las autoridades que lo dirigen, han tomado. No se le puede ganar a los socialistas del Partido Libre, con el mismo patrón de conducción política, que siguieron los responsables del desbarajuste en que cayó la derecha en los últimos 12 años y dirigir a los partidos de la derecha, con un patrón de conducción política, a todas luces repudiable hostilmente por la ciudadanía que se abstuvo de votar.
Necesitamos desarrollar una conciencia ciudadana política patriótica capaz de sostener una oposición anti marxista contundente, sin caer en manejos políticos turbios que favorecen, la corrupción, la inmoralidad y la ambición desvergonzada por proteger procesos de obtención de riqueza de manera ilícita. La derecha política de Honduras, enfrenta una encrucijada histórica trascendental. O continúa pasiva ante el proyecto de refundación socialista refundacional y apoyando tras bambalinas al gobierno socialista bajo el entendido que la lucha proselitista favorecerá la continuidad del socialismo, o enfrentan el Partido Libre, siguiendo una estrategia política patriótica democrática cuya misión sea escoger un candidato que asegure el rescate del país del sistema de dominación marxista.