Por: Ivonne Tabora
¡Está haciendo un calor perro! creo que es una de las frases más escuchadas en muchas ciudades y pueblos de Honduras, y es que el calor y la contaminación está matando alrededor del mundo, especialmente en América latina, pues las subidas de temperatura han provocado un aumento casi en un 140 por ciento de muertes y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus de la Comisión Europea y la Organización Meteorológica Mundial, OMM, han advertido sobre la mortalidad y el calor, porque en los últimos 30 años han aumentado las olas de calor.
En torno al tema, Lancet countdown trabaja para garantizar que la salud esté como eje central en relación con el cambio climático, está conformada por más 120 expertos destacados de instituciones académicas y agencias de las Naciones Unidas de todo el mundo, reuniendo a científicos del clima, ingenieros, especialistas, en energía, economistas, politólogos, profesionales de la salud pública y médicos.
Esta organización realizó un estudio, en el que, entre los datos más importantes sobre el cambio climático, revela el impacto que este tiene sobre las enfermedades como el dengue, enfermedades transmitidas por insectos, por ello el incremento del dengue en un 54 % en países como Costa rica, Colombia, Guatemala, Honduras, Brasil, y otros.
Además de que un clima cambiante tiene profundas implicaciones para la salud humana, con altas temperaturas y fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes que provocan enfermedades infecciosas.
Ya los efectos que los científicos habían pronosticado desde hace varios años, como resultado de este fenómeno, los estamos viviendo en la actualidad, como las olas de calor intensas y prolongadas, pérdida del hielo marino o el aumento rápido del nivel del mar, entre otros.
En Honduras sus principales ciudades y alrededores lucen contaminadas y sin visibilización en las últimas semanas, rodeadas de una enorme capa de humo, provocada por los voraces incendios, que equivale a un exceso de monóxido de carbono, esto ha obligado a las autoridades a tomar drásticas medidas, como retomar el teletrabajo y prohibir actividades al aire libre, y hasta se han llegado a cerrar algunas escuelas.
El índice de calidad del aire en el país, está catalogado como muy dañino para la salud y ha llegado alcanzar límites 11 veces arriba de los recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Pienso que todo lo que está pasando es una lección, porque desde hace décadas se nos advirtió lo que iba a pasar, si continuábamos dañando, o mejor diría, destruyendo nuestro medio ambiente, venimos escuchando sobre los efectos del cambio climático y además las consecuencias, por ejemplo, lo que trae la tala de árboles desmedida, incendios provocados, ensuciar nuestros océanos, etc.
Hemos sido sordos, ciegos, y en vez de tomar medidas para tener ciudades verdes, libres de contaminación, se ha hecho todo lo contrario, por ejemplo, en la capital, se han volado todos los árboles, hay un número de vehículos, que sobrepasa los límites, no hay espacio para tanto carro, y sobre todo no preocupa el tema de polución.
Las altas temperaturas también han batido récords en varias ciudades de Nicaragua, Guatemala y El Salvador, dejando al descubierto la crisis ambiental que se vive, y que convierte a Centroamérica, en una de las regiones más vulnerables del mundo, en lo que se refiere a las intensas olas de calor.
Desafortunadamente nuestro país ha sufrido el embate de varios fenómenos naturales, huracanes como los de Eta e Iota, que causaron destrucción y más pobreza, uno de los efectos también del cambio climático, asimismo, en la zona costera se encuentran en peligro de hundimiento por la elevación del nivel del mar, que expertos aseguran, es un fenómeno causado por el derretimiento de los polos, por el efecto de los gases invernaderos.
De verdad que nosotros en vez de ir para adelante, vamos para atrás, ahora ya no solo sufrimos de apagones, sino que también falta de agua, un calor insoportable, aumento de enfermedades respiratorias y dengue y de paso, todavía hay muchos incrédulos, que teniendo en sus narices un cielo contaminado, no le paran bola al tema.
El tiempo se acaba, es hora de que las autoridades aumenten la financiación climática, y se cambien las políticas ambientales, se realicen campañas y se impulsen las ciudades verdes, porque la tierra está sufriendo, por la mala acción del hombre y lo que nos espera es un infierno climático.
“Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla, mientras el género humano no la escucha”, frase del famoso escritor francés, Víctor Hugo.
*Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.