Tratado y geopolítica

Por: Carlos López Contreras*

Nos referimos al tratado de límites bioceánicos suscrito entre Nicaragua y Honduras el 27 de octubre del 2021, también llamado del Bicentenario.

Es claro que cada Estado tiene sus prioridades geopolíticas.

Para Honduras, en materia de límites marítimos, su prioridad ha sido afirmar su mar territorial y demás espacios marítimos reconocidos por el derecho internacional en el océano Pacífico. Esta prioridad ha obedecido a que, no obstante ser ribereño de una bahía histórica, sus territorios continental e insular están localizados en el fondo de la bahía de Fonseca y este tipo de bahías no tienen mar territorial, porque sus aguas son interiores, hallándose una presencia tripartita de esas aguas en la bocana del golfo, desde donde se proyectan los espacios marítimos de los tres países en el Océano Pacífico…

Debemos tener presente que el mar territorial significa soberanía plena –como si fuera Tegucigalpa o San Pedro Sula– del Estado en esa parte del Océano Pacífico y el ejercicio de sus competencias de soberanía política y económica, conforme al derecho internacional, en la columna de agua, en el suelo y subsuelo marino, de la zona económica exclusiva y plataforma continental, a los efectos del aprovechamiento de los recursos vivos y no vivos.

Por otra parte, hoy que se considera construir un corredor logístico interoceánico por Honduras, cobra mayor relevancia dicho tratado que nos reconoce ese mar territorial, como espacio soberano de entrada al golfo y salida al Océano sin interferencias.

La prioridad geopolítica de El Salvador y Nicaragua fue convergente, durante un tiempo. Pero a partir de 2014, el presidente Daniel Ortega, siendo anfitrión de una reunión cumbre para el desarrollo integral del Golfo de Fonseca, declaró enfáticamente que las sentencias de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y, en particular la del 11 de septiembre de 1992, deberían ser cumplidas; de esta suerte, siendo Nicaragua sólo parte interviniente en el juicio limítrofe entre Honduras y El Salvador, con la firma del tratado, las prioridades de Nicaragua y de Honduras han resultado coincidentes dentro de una perspectiva fraternal de solución de sus diferencias limítrofes pendientes en ambos océanos, de integración regional y de conmemoración amistosa del bicentenario de nuestra independencia política. Dicho tratado es también, muy importante, ejecución de 2 sentencias de la CIJ, vale decir la del 11 de septiembre de 1992 (Diferendo terrestre, insular y marítimo Honduras/El Salvador, Nicaragua interviniendo) y la del 8 de octubre de 2007 (Diferendo limítrofe Nicaragua v Honduras)

El tratado significa que Honduras tiene su mar territorial, zona económica exclusiva y plataforma continental en el Océano Pacífico, además de un límite con Nicaragua en la bocana del golfo y otro con El Salvador, todavía no definido.

La prioridad geopolítica de El Salvador ha sido adversa a nuestro país en el Océano Pacífico. En el 2024 se cumplen 32 años desde que la CIJ dictara su sentencia indicándole a El Salvador y Honduras que deberían delimitar sus respectivos espacios marítimos mar adentro del Océano Pacífico por la vía de la negociación.

El tratado de límites con Nicaragua fue finalmente sometido a la aprobación del Congreso Nacional conforme al artículo 205 (30 ) constitucional.

Pero esa aprobación no basta ni es suficiente para que el tratado entre en vigencia entre las partes porque el Ejecutivo hondureño debe ratificarlo y mandarlo a publicar en la Gaceta, en observancia del artículo 245 (13 ), momento en que se convertirá en ley de la República; pero para que el tratado cobre vigencia bilateral, debe realizarse el intercambio de los instrumentos de ratificación . Cumplido este acto, las partes podrán comparecer, juntas o separadamente, a la Secretaría General de las Naciones Unidas para hacer el depósito del tratado, momento a partir del cual puede considerarse vigente ante otros Estados.

Mientras no se cumplan estos requisitos, no se perfecciona el tratado. En tal sentido, las autoridades del Poder Ejecutivo deben estar muy diligentes en darle cumplimiento, para asegurar a la República su derecho real y actual en el Océano Pacífico.

Dios salve a Honduras

*Ex Canciller de la República.

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