El periodismo hondureño, luz al final del camino

CARLOS MEDRANO

La profesión del periodismo es altamente incomprendida en Honduras, muy pocos le dan el valor y el peso que realmente tienen en una sociedad caótica como la hondureña, por lo general se le juzga por todo lo malo que ocurre en este país, se le condena perversamente de guardar silencio frente a gobiernos despóticos y se le critica por no decir lo que otros de manera cobarde no tienen el valor de expresar.

El periodismo es el promotor y ejecutor de la libertad de expresión, un derecho humano tutelado por las Naciones Unidas, es el canal entre el pueblo, el gobierno, la sociedad civil y los medios de comunicación escrito, televisivo, radial y ahora redes sociales.

Otras profesiones cometen muchos errores y faltas en contra del pueblo, se confabulan para ejecutar y promover la corrupción, legalizan los actos irregulares, sin embargo, nadie dice nada, pero sí se condena sin piedad al periodista por hechos de los que no tienen ninguna responsabilidad.

Bajo ningún punto de vista queremos soslayar la responsabilidad de algunos periodistas que ha participado por acción u omisión en muchos de los eventos deleznables que han llenado de vergüenza a nuestro país, pero este no ha sido la regla.

La mayoría de los periodistas son simples obreros de la comunicación, recolectan, analizan, crean, priorizan y publican lo que esta ocurriendo en nuestra nación, convierten la información técnica y algunas veces intraducible a un lenguaje comprensible y entendible.

La libertad de expresión ha estado amenazada, en los últimos años el periodismo ha sido atacado por el poder, muchos gobiernos no quieren críticas de ninguna naturaleza, tratan de esconder la información mediante leyes que violan la transparencia, como ocurrió en la administración pasada con la Ley de Secretos.

La Ley de Secretos que fue derogada en la presente administración de la mandataria Xiomara Castro, otorgaba opacidad a muchas determinaciones y adquisiciones sin ningún control, bajo el pretexto de la “seguridad nacional”, lo que evidentemente dio luz verde para cometer irregularidades y abusos en el ejercicio del poder.

Todos los días, a cada hora, los periodistas exponen su vida frente al corrupto, frente al narco que quiere apoderarse de un territorio, frente a los abusos del alcalde que esta tomando malas decisiones o frente al militar que viola con su arma a quien se oponga a su voluntad.

Las redes sociales han minado la función y la manera de informarse en Honduras, perjudicando económicamente a las empresas informativas dedicadas a la comunicación.

Una recién encuesta desarrollada en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras establece que el medio de comunicación que más utiliza el pueblo hondureño para mantenerse informado son las redes sociales en un 48%, un 36% a través de los medios televisivos y un 8% por medio de la radio.

El celular que accede fácilmente a las redes sociales también ha quitado protagonismo a los medios de comunicación, ya que con una foto o video que se mande a los chats y posteriormente a las redes, se puede informar de manera rápida.

Profesión incomprendida e ingrata y que sirve de escalera para un montón de malagradecidos que una vez obtenido su objetivo no reconocen y valoran el lugar de los comunicadores, está celebrando su día con el reconocimiento del pueblo pueblo.

Salud a los periodistas de mi país, bendiciones por su esfuerzo de mantener a una nación informada, en medio de una clase política decadente y peligrosa que convierte en héroes a los periodistas mientras les beneficie o enemigos mientras denuncien sus “malas decisiones” en su periodo constitucional.

PERIODISTA

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