Día del Árbol y del profesional forestal

Por: José Lauro Rodríguez Tercero – MSc. ingeniero forestal*

El 30 de mayo se conmemora el Día del Árbol y del profesional de las ciencias forestales o sea la ciencia de la silvicultura (cultivo de bosques), por ser un árbol con mucha abundancia en nuestro territorio, se promulga al pino como “árbol nacional” y pasa a formar parte de nuestros símbolos patrios nacionales mediante acuerdo 429 dado en Tegucigalpa el 14 de mayo de 1926.

El árbol como unidad biológica tiene una importancia para la vida del hombre y hay diferentes especies de árboles con diferentes usos; la asociación o agrupación de árboles de una misma especie constituye lo que se llama “Rodal”, la unión de los rodales conforman los ecosistemas boscosos (bosques), los cuales en un proceso de larga data se han venido fragmentando lo que detona la destrucción de las diferentes habitas que sirven de refugio natural para la biodiversidad (flora y fauna, acuática y terrestre), en algún momento yo diría haya por los años 50 del siglo pasado que teníamos cubierto el territorio con unos 6.3 millones de hectáreas de bosque entre latifoliados (hoja ancha, caducifolios), de pino, mixtos y manglares, cubriendo un 65 % del territorio nacional, pero se han perdido más de 2.5 millones de hectáreas, en las pasadas 5 décadas de origen multicausal como ser: el avance de la frontera agropecuaria (agricultura y ganadería) la tala ilegal, los incendios y plagas forestales, leña y madera para diversos usos, abusos de los malos madereros y contratistas que cortan fuera de los límites establecidos en el Plan de Manejo Forestal aprobados por la AFE, y trasiegan de manera ilegal, con la madera comercial, la explotaciones de cauces de ríos y quebradas, expansión de naves industriales, explotaciones de bancos de préstamos de material pétreo, para extraer grava, material para ripios, construcción de cercos de piedra y últimamente el desarrollo de las urbanizaciones o complejos habitacionales.

La primera escuela de Ciencias Forestales (ESNACIFOR), fue creada en el altiplano de Siguatepeque, por la cooperación Alemana; en el año 1969, en los 70s, se crea la licenciatura de ciencias forestales con el grado de ingeniería por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en la ciudad de La Ceiba, Atlántida, específicamente en el Centro Universitario Regional Del Litoral Atlántico (CURLA) fuimos los primeros en usar cascos, chalecos, mapas elaborados por el IGN (Instituto geográfico Nacional), para ir al bosque, de tal suerte que existe un catálogo a nivel mundial conocido como Forestry Suppliers (suplementos forestales), donde aparecen cuchillos, cantimploras, brújulas, clinómetros para la estimación de % de pendiente y cálculo de alturas de árboles, odómetros para medir distancias entre puntos en un mapa, cintas diamétricas, y métricas, catres de campaña, tiendas de campaña, rifles de balines, sleeping bags, etc.)

En 1974 se crea mediante acuerdo No. 103, la Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal (COHDEFOR), o sea la Autoridad Forestal del Estado (AFE), cuyo primer director fue el Lic. Ricardo Reyes Cerrato (Q.D.D.G), para ese entonces en América Latina, solo tres países eran dueños de los bosques, Argentina, México y Honduras, la AFE tenía la función de la tutela de los bosques nacionales, ejidales y privados, esto cambio en el año 1992, con la promulgación de la Ley de Modernización del Sector Agrícola (LMDSA) por el gobierno nacionalista conservador de R. L. Callejas (Q.D.D.G), que devuelve el vuelo a los propietarios de la tierra y aparece la figura de Planes de Manejo Forestal, que se convirtieron en “Manejo de Planes “ asimismo terceros se apoderan de grandes áreas de bosques (terratenientes, militares y políticos, entre otros) haciendo uso de títulos supletorios, en ese entonces los madereros se reparten las subastas y se empieza a minar la AFE, produciéndose la perdida de grandes masas boscosas, pues no se controla la corta anual permisible, se degrada el bosque dado que hacen una corta selectiva dejando un remanente de bosque decrepito; se extraen los árboles mejor formados (árboles padres) aprovechando esta coyuntura muchos madereros con las ganancias de la explotación de bosques llegaron a comparar aeropuertos con este escenario depredador se han perdido como dije anteriormente más de dos millones y medio de hectáreas de bosques y pasan por cambio de uso, a otros usos, o sea de forestal a agrícola, de agrícola a ganadero.

En tal especial ocasión me permito felicitar a los colegas en su día y quiero pedirles públicamente que nos ayuden a recuperar técnica y legalmente esos dos y medio millones de hectáreas de bosques para restaurarlas, y volver más resiliente nuestro territorio, pues cuando vamos a entender que para que haya desarrollo, no es necesario cortar los árboles, ya no podemos estar con carestía de agua en tiempo de verano e inundaciones en tiempo de invierno, derivados del cambio climático estos dos escenarios son recurrentes anualmente impactando en el PIB.

*Experto en cambio climático, Manejo Sostenible de Recursos Naturales, Manejo Integrado de Zonas Costeras y Ambiente.

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