Institucionalidad nacional

Por: PhD Bladimir Bastida Prudencio

Para analizar este tema es fundamental recordar algunos hechos históricos y reflexionar sobre el alcance de la afirmación y el mandato constitucional.

Primero que nada, abordar el concepto alternabilidad como un principio utilizado para relevar periódicamente las autoridades que ostentan el poder mediante mecanismos legales, principalmente electorales con valores y principios democráticos, a fin de que determinados partidos o personas no se perpetúen en el poder y para alternar posiciones en el proceso de elaboración de planillas con fines de inscripción en un proceso electoral.

De igual manera la labor que por disposición constitucional, las Fuerzas Armadas de Honduras tiene como institución esencialmente profesional, apolítica, obediente y no deliberante. Están instituidas para la defensa de la integridad territorial y la soberanía de la República, mantener la paz, el imperio de la Constitución, los principios del libre sufragio y la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia de la República.

Para garantizar el libre ejercicio del sufragio, la custodia, transporte y vigilancia de los materiales electorales y demás aspectos de la seguridad del proceso, un mes antes de la realización de las elecciones generales y hasta la declaratoria de las mismas, el presidente de la República tiene el deber constitucional de poner las Fuerzas Armadas de Honduras a disposición del Consejo Nacional Electoral.

Así también, analizar el papel que deben desempeñar los partidos políticos como garantes de una oferta de candidatos para cada proceso electoral, acorde a las exigencias de la población.

Para lograr este principio en nuestra sociedad es necesario analizar la institucionalidad del Estado constituida, ya que, se les ha definido funciones complementarias para lograr procesos democráticos, libres, pacíficos, justos, transparentes, legales y legítimos.

La institucionalidad del Estado de Honduras para atender la materia electoral son el Consejo Nacional Electoral, El Tribunal de Justicia Electoral, El Registro Nacional de Las Personas y la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización en el ciclo electoral, en el ciclo electoral la sinergia y cohesión entre la institucionalidad es esencial y determinante para construcción de confianza.

Los valores y principios democráticos de nuestro sistema electoral deben ser los conectores para cumplir el mandato constitucional de la institucionalidad y cada uno de los partidos políticos atender con responsabilidad su labor.

El componente que le da existencia a cada proceso electoral, es la ciudadanía que de forma masiva debe asistir a ejercer el sufragio eligiendo a los mejores candidatos para transformar nuestro país y garantizando la alternabilidad como un principio para relevar periódicamente las autoridades.

El cumplimiento de esta labor requiere de la sinergia del engranaje institucional del Estado, por lo que requerimos la profesionalización de los equipos técnicos que son parte de cada una de las instituciones del sistema electoral, como garantía para que, en la toma decisiones priven los sagrados interés de la patria, conservando nuestra cultura de valores y principios democráticos arraigados en nuestro pueblo.

He tenido la oportunidad de constatar el esfuerzo incansable que desarrolla el Consejo de Defensa Nacional, trazando líneas estratégicas en la profesionalización de los funcionarios del Estado, incorporando el componente de buena gobernanza y gobernabilidad entre la institucionalidad, el cual se ha convertido en especio académico forjando funcionarios con valores y principios patrióticos, quienes constantemente analizan el sistema electoral como una garantía para una cultura de paz y tranquilidad.

Así también iniciativas institucionales con colaboración de la comunidad internacional para lograr una robusta institucionalidad, que responda al imperio de la ley y genere la confianza que demanda nuestra patria.

Si la institucionalidad del Estado se fortalece constantemente y se atiende los espacios de mejora cada vez que se cumple un ciclo electoral, estaremos aportando al fortalecimiento de nuestra democracia.

En ese orden de ideas, es determinante que toda la institucionalidad del Estado asuma la responsabilidad correspondiente, para lograr el relevo de nuestras autoridades en paz y tranquilidad.

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