José María Leiva Leiva
Apartado I. Sobre las personas. A mi edad aprendí: Cuando puedas, sé un ángel en la vida de alguien. Tú no sabes cuándo necesites que uno aparezca en la tuya. Qué bonito es conocer personas que sin haber algún motivo te buscan, que sin mirarte te quieren, y sin ataduras se quedan en tu vida para siempre. Aprendí que nunca se termina de conocer a las personas… siempre te sorprenden o te decepcionan. Así mismo, nunca ignores a una persona que te quiere y te lo demuestra. Porque un día te darás cuenta que probablemente perdiste la luna mientras mirabas las estrellas. Y ojo, no dejes de ser selectivo hasta para pedir favores, porque también el agradecimiento puede convertirse en esclavitud.
Cada persona que conoces en la vida, es como una hoja que enriquece tu árbol… muchas se sueltan con el viento y otras no se desprenden jamás… quédate con éstas y llega hasta el final. Y como un día serás solo un recuerdo para algunas personas… haz lo posible por ser uno bueno… Deja huella caramba. Ten en cuenta que el problema de las personas sinceras es que creen que los demás también lo son. Craso error. Cuando ya no te quieren, es fácil saberlo, aunque no te lo digan, lo sentirás en lo más profundo de tu alma, porque la indiferencia, jamás pasa desapercibida… no te pierdas ni te des vuelta en lo parejo. Con el tiempo uno percibe que las personas son como los libros. Algunos nos engañarán por la tapa, y otros, nos sorprenderán por el contenido. De todo hay en la viña del Señor.
Precisamente por eso, no siempre nos ocurre todo lo mejor en el trato con las personas. Muchas veces nos llevamos mayúsculas sorpresas y desagradables chascos, y también de esa adversidad tenemos que aprender y sacar el mayor provecho posible, ya que el arte de la convivencia no es nada fácil, habida cuenta la diversidad, los temperamentos y la complejidad de personalidades y caracteres del ser humano con el cual nos relacionamos en los quehaceres del día a día, lo cual nos lleva incluso, en algún momento a navegar con bandera de gilipollas (p), para que la fiesta vaya en paz.
Bueno… Si alguien nos trata mal, sin explicación aparente… seguro hay algo mal en ellos, no en nosotros. La gente normal no va destruyendo por ahí a otros seres humanos. El consejo que recibimos es válido: Tomar distancia de las personas que nunca admiten que están equivocadas y siempre tratan de hacernos sentir que todo es nuestra culpa. Y como no somos moneda de oro para caerle bien a todos, siempre habrá alguien a quien no le guste lo que hacemos, que no aceptará quien somos, que se burlará de nuestros sueños… pero son sus frustraciones, no las nuestras.
El enunciado es simple, claro y directo: No te preocupes por las personas de tu pasado, hay una razón por la que no llegaron a tu presente. No dependas de nadie en tu vida, solo de Dios, porque hasta tu sombra te abandona cuando estás en la oscuridad. No esperes que todo el mundo te ame. La mayoría de las personas ni siquiera se aman a sí mismas… y no discutas sobre verdades con adictos a la mentira.
Apartado II. Sobre las amistades. La vida preguntó: ¿Qué es la amistad? Es no hablar mal de esa persona, aunque no esté, dijo la lealtad. Es para permanecer con ella en las buenas y en las malas, dijo el apego. Es reír con esa persona y llorar con ella cuando se necesita, dijo el sentimiento. Es saber que está contigo hasta con los ojos cerrados, dijo la confianza. Es extrañarle cuando sale de viaje y alegrarte de volverla a ver, mencionó la memoria. Es desear que siempre esté bien, dijo el deseo.
Es darle la mano cuando la necesita, dijo el apoyo. Es respirar profundo cuando se equivoca, dijo la paciencia. Es no conocerme, dijo la traición. Es saber perdonar cuando es necesario, dijo el perdón. Es la que está contigo en vida, te acompaña en la enfermedad y llora en tu agonía, dijo la muerte. Es querernos, contestó el amor. Por la misma imperfección humana se dice que no existe la amistad perfecta, pero si la verdadera. Se trata de la familia o grupo social que cada quien elige. Concluyo: La amistad solo puede tener lugar a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad. El verdadero amigo ama en todo momento y es un hermano en tiempos de angustia.
¡Cuando entres al corazón de un amigo no importa el lugar que ocupes, lo importante es que nunca salgas de allí! La amistad es un poco como un libro… hay amigos sólo para una página, otros para un capítulo entero… y luego están los verdaderos que estarán presentes ¡para toda la historia!, estos son los verdaderos. Y en Eclesiástico 6:14-16, leemos: Un amigo fiel es una protección segura; el que lo encuentra ha encontrado un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio; su valor no se mide con dinero. Un amigo fiel protege como un talismán; el que honra a Dios lo encontrará. Nota: Compendio de múltiples reflexiones anónimas separadas, salvo la última cita, que forman una sola pieza para fines del artículo.