MEDITANDO

 

*** Revisando la política de EE.UU. que me tocó cubrir cuando estaba en Washington me acordé del ambiente en 1984, luego de 1988, luego de 1992, de 1996, del año 2000 y del 2004, mismos que me tocó cubrir.

Esos años fueron elecciones presidenciales cuando estaban de presidentes, Ronald Reagan, Bush padre, Bill Clinton y Bush hijo. Todos esos personajes buscaron su elección y su reelección, pero siempre era un asunto pacífico donde los adversarios se enfrentaban en debate y no insultaban a su rival.

Cuando se contaron los votos en noviembre de esos años, nadie gritó que le habían robado las elecciones, nadie cuestionó el sistema del conteo de los votos y a las pocas horas de cerrarse las urnas se sabía quien había ganado y además el o la que había perdido llamaban a su adversario y lo felicitaban.

En el 2004 hubo un problema del conteo de los votos ausentes y tomó seis semanas para que se determinara que Bush hijo había ganado las elecciones a Al Gore por apenas 537 votos. Qué diferencia en los últimos 8 años, Hillary Clinton aceptó en el 2016 que Trump había ganado.

Ese mismo Trump se pasó insultando a Hillary en la campaña y sin embargo cuando él triunfo, Hillary los felicitó.

Luego en el 2020 cuando Joe Biden venció a Trump, éste no lo felicitó y tampoco fue a la toma de posesión, algo que nunca había ocurrido en la historia política de EE.UU. Qué diferencia hoy en día, da vergüenza como la dignidad y el respeto a la democracia se tira por la ventana.

No sabemos quién ganará este año qué papel jugará una corte suprema que se ha politizado por varios de sus magistrados y qué papel veremos cuando se cuenten los votos si el que pierde diga que le robaron las elecciones en vez de simplemente aceptar los resultados y que exista la paz en el país y no corra la sangre debido a una discordia política, el tiempo nos dirá qué pasará.

Antes jamás se tomó en cuenta la edad de los candidatos o se decía que no estaban en sus cabales mentalmente, pero ahora se ha convertido en una cosa que ocurre diariamente. Tampoco se había convertido en arma política la inmigración de un país donde los inmigrantes lo hicieron grande y hoy en día se les pinta como personas que no es vista con buenos ojos. Y no dejemos por fuera como la política exterior está siendo tratada como un importante tema electoral.