Por: Adán Hilario Suazo Molina*
Se ha discutido mucho sobre la insólita idea de construir un centro penal de alta seguridad en Islas del Cisne, hemos observado confiados, algún espacio de silencio que percibimos como que el asunto estaba olvidándose, no obstante, la obstinación parce no tener fin y ahora en el escalón superior en Defensa y Seguridad el (CNDS) se dieron a conocer, una serie de “Acciones radicales en materia de Seguridad Nacional” entre ellas se confirma: que la cárcel del Cisne se sigue obviando: una gran cantidad de advertencias, evidencia científica en contra, compromisos de orden ambiental, cálculos negativos y otro cumulo de factores que predicen el fracaso.
Para colmo de males y colocarle la cereza al pastel, ahora suman, la construcción de otro Centro Penal de alta seguridad, con capacidad para 20,000 reclusos, cuya ubicación aproximada seria: “X” lugar entre Olancho y Gracias a Dios, ¡más combustible para la especulación! sin faltar la sospecha, que el anuncio, no es más que un distractor sobre los hechos reales que asfixian al país. El caso Cisne, ha sido abordado a nivel mundial, se ha escrito y comprobado científicamente, sobre la inviabilidad del proyecto, exponiendo temas: operacional, logístico, ambienta, seguridad, costos, pero sobre todo, la amenaza de desaparecer un parque marino, área protegida única a nivel mundial y consecuentemente exponernos para ser sancionados por no cumplir nuestro compromiso pactado con la humanidad; algo más que agregar: El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (CCIE) en su estudio sobre deterioro climático, predicen que la temperatura del planeta, se elevaría dos grados en el 2050, lo que volverá inhabitable nuestro planeta… El convenio de Paris expresa esencialmente, que los firmantes se comprometen a trabajar y cumplir dentro de sus límites, con la meta de mantener el planeta bajo los dos grados Celsius de incremento para el 2100. El calentamiento global, es un claro ejemplo de la autodestrucción humana por crímenes ambientales, estas son amenazas por controlar cumpliendo los compromisos firmados en esa materia.
La ubicación de la cárcel de tierra firme, en cualquier lugar que influencie o acerque a las áreas protegidas, parques nacionales o reservas de biodiversidad para la humanidad, expondría dichas áreas a una extinción parcial o total; otro aspecto a considerar, es una ubicación en la profundidad montañosa, pero cercana a la tristemente célebre “narco carretera” razón o buena excusa, para legitimar esta discutida e ilegal vía… es decir, convertiría en la Genesis troncal, para continuar con dicha carretera hacia Gracias a Dios, y seguramente, con la venia de los pueblos originarios; como puede imaginar estimado lector, de ocurrir algo parecido, podemos irnos despidiendo y seremos testigos del debilitamiento o destrucción del Parque Nacional Patuca, la Reserva Tawahka, la Biósfera del Río Plátano y hasta el Rey Mono de la Ciudad Blanca correría peligro. No se trata de ser apocalíptico, solo de ser práctico, preguntémonos: ¿que representan 20,000 reclusos en una cárcel?, ¿cuántos familiares rondando el área?, delincuentes, comerciantes y oportunistas; es de aquí de donde se desprenden las ecúmenes y se forman caseríos, aldeas, pueblos, concentraciones humanas que requieren existir, con necesidad de: tierras para cultivo, leña, madera etc. No se necesita ser adivino para esperar esto; con la presión humana llega de todo, buenos y malos, pobres y ricos, un ejemplo cercano es la comunidad de Palestina y sus alrededores, ahora convertido en una concentración humana, que influencia áreas de reserva.
La carretera para integrar Gracias a Dios con el resto del territorio nacional es un asunto de orden estratégico y urgente, pero esta debe condicionarse, para estar alejada de zonas de reserva o parques nacionales, como lo estaría la denominada narco carretera. Considero y creo no equivocarme, que muchos coinciden, en que la mejor ruta, esta marcada actualmente, por un recorrido que hacen desde Trujillo los conocidos transportes playeros, que no son mas que pick ups que viajan por la playa hasta la comunidad de Batalla, es decir la ruta de la Carretera “Trans Mosquitia” es el litoral, con una buena red departamental, que ya esta trazada en su mayoría.
Sin olvidar la cárcel de tierra firme, perfectamente puede quedar cerca de cualquier ciudad Olanchana dado el interés mostrado en esta posibilidad, estos centros siendo bien administrados, proporcionan una importante inyección económica para las comunidades.
¿Las cárceles son necesarias?, digamos que es comprensible, pero son entes para mitigar problemas, no para crearlos, es importante darle amplitud de pensamiento, sobre todo a su ubicación, “no hay que inventar lo inventado, solo copiar experiencias positivas y adaptarlas a nuestra realidad” ¡es decir copiemos bien!.
*Coronel de Aviación ®