Por: Fernando Berríos
Esta semana me compartían las cifras oficiales de inversión pública para el año 2024 y, desde luego, me han llamado la atención porque (al igual que en años anteriores) la ejecución es muy baja y no es coherente con las apremiantes necesidades de los hondureños.
Ya el gobierno de Honduras tendrá la oportunidad de aclarar ante los medios de comunicación por qué, una vez más, esta ejecución es de apenas 25.59%, lo cual preocupa porque la mitad del año se ha ido y algunas condiciones como la epidemia del dengue, la prolongada sequía, los incendios forestales, el mal estado de las vías y la destrucción por lluvias dejan al descubierto las necesidades que agobian a nuestro pueblo.
Como ciudadano y como periodista soy de los que cree que el gobierno de la república podría meter a fondo el acelerador en temas sensibles como el apoyo a los sectores productivos, infraestructura vial y la apremiante necesidad de recursos para mejorar el calamitoso sistema educativo y de salud.
Pero como dije antes, ya el gobierno de Honduras tendrá la oportunidad de hacer sendas exposiciones justificando el por qué avanzan al ritmo que lo hacen.
Comencemos diciendo que para 2024 la inversión pública presupuestada fue de 88,753 millones de lempiras (A este monto falta incorporar 8,070 millones según presupuesto aprobado de 96,461 millones de lempiras) y de ese monto apenas se han ejecutado 22,716 millones de lempiras, es decir, el 25.6%.
La inversión pública es clave para la economía nacional, ya que estos 88,753 millones representan el 9.2% del Producto Interno Bruto (PIB). Cuando hablamos de inversión pública, esta la debemos segmentar en dos grandes áreas: Inversión Productiva e Inversión Social. Entre ambas áreas estamos hablando de un presupuesto de 68,302 millones, pero, a medio año, apenas se han ejecutado 21,313 millones.
Dentro de la inversión pública total también están 20,451 millones para Formación Bruta de Capital Fijo. De estos recursos, apenas se han ejecutado 1,402 millones.
Hoy vamos a enfocarnos en lo relacionado con inversión productiva e inversión social, a fin de conocer dónde están las prioridades del actual gobierno.
En primer lugar, veamos el subsector protección social, que tiene un presupuesto de 24,126 millones, pero solo se han ejecutado 8,786 millones, es decir, el 36.42%. Si bien es el sector con el porcentaje de ejecución más alto, el mismo sigue siendo bajo considerando que más del 70 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza.
El subsector energía, con un presupuesto de 14,589 lempiras, solo ha ejecutado 1,936 millones, es decir, el 13.27%.
El subsector de carreteras tiene un presupuesto de 10,732 millones, pero solo se han ejecutado 1,649 millones, es decir, el 15.37%. Cuando uno observa el mal estado de las carreteras, uno se pregunta: ¿Y por qué no han sido más diligentes en la ejecución presupuestaria para responder así a las exigencias de la población?
La Modernización del Estado tiene un presupuesto de 4,880 millones y de estos se habían ejecutado 1,035 millones, es decir, el 21.21%.
El sector educativo, caótico por la infraestructura vetusta y desfasada, tiene un presupuesto de 3,415 millones, pero apenas ha ejecutado 309 millones, es decir, el 9.05%.
Cuando revisamos el renglón del Desarrollo Productivo, observamos que se presupuestó 3,205 millones, pero solo se ha ejecutado 978.6 millones de lempiras, es decir, el 30.54%. De sobra está decir que este subsector es primordial como generador de empleos y seguridad alimentaria.
El subsector agua y saneamiento tiene un presupuesto de 2,227 millones, pero a la fecha apenas se han ejecutado 77.6 millones, es decir, el 3.49%.
Otro sector clave es el de comunicaciones, con un presupuesto de 1,348 millones, pero apenas se ha ejecutado 139 millones, es decir, el 10.3%.
Hay otros sectores importantes pero que recibieron escasas asignaciones presupuestarias para inversión pública. Entre estos podemos mencionar el de Competitividad y Mipymes, con un presupuesto de 129 millones, pero con apenas 1.6 millones ejecutados (1.30%).
A la actividad turística se le asignó un presupuesto de 37 millones, pero apenas se han ejecutado 190 mil lempiras (0.51%).
Todos los fondos anteriores son los exclusivamente presupuestados para inversión pública. Seguramente, si revisáramos los presupuestos de gasto corriente, estos sí aparecerán con notables porcentajes de ejecución.
Honduras necesita inversión pública y privada, porque esta permite reactivar la economía, mediante la generación de empleos que tantos los necesitamos para mejorar la calidad de vida de la población.
Es imperdonable que la inversión pública se ejecute a paso lento, porque las necesidades de la población son urgentes. Necesitamos un mejor sistema sanitario, que atienda con dignidad a los pacientes que buscan una cura a sus enfermedades.
Necesitamos un sistema educativo moderno, que brinde las condiciones pedagógicas adecuadas para la enseñanza.
Necesitamos carreteras de primer mundo y no aquellas que en verano o invierno son intransitables, dejando incomunicados a millares de hondureños que día a día salen a trabajar.
Al igual que el año pasado, esperamos que las explicaciones de los funcionarios de gobierno esta vez sean más convincentes.
Email: [email protected]
X: @berriosfernando