Ocurrió el pasado lunes, cuando un australiano accedió a Google Maps para buscar un enclave de la zona donde vivía y acabó encontrando un pene gigantesco, tanto, que desde los registros por satélite se podía apreciar claramente del resto del terreno. Un nuevo geoglifo australiano.
Al parecer, el miembro se dibujó sobre un antiguo lago en Victoria, Australia, aunque los detalles sobre su procedencia son escasos. Suponemos que, dada su enormidad, muchos de los lugareños conocían el pene desde hace meses, y en algún momento fue etiquetado en el mapa como Lago Betoota, robando así el nombre de un pueblo fantasma australiano y un periódico satírico.
Desde que se descubrió, el pene ha comenzado un ascenso inusitado en la red, obteniendo docenas de críticas de cinco estrellas como visita obligada de la zona. Sin embargo, no es ni mucho menos la primera vez que los usuarios de Google Maps tropiezan con este tipo de secretos ocultos a simple vista.
En 1998, un piloto de helicóptero divisó una enorme figura grabada en una meseta desértica en el sur de Australia. El hombre pensó que representaba a un hombre indígena desnudo que sostenía un bastón arrojadizo, y acabó recibiendo el nombre de el Hombre de Marree en honor a un pueblo cercano.
Este tipo de dibujos visibles desde el aire se llaman geoglifos, y el hombre de Marree es en realidad uno de los geoglifos más grandes del mundo: mide 4,2 kilómetros de alto y el contorno mide 28 kilómetros. Y sí, el grabado en la arena roja se completa con vello púbico y genitales masculinos.
Casualmente, esta semana fue el 20 aniversario del descubrimiento de esta figura, momento que el empresario australiano Dick Smith aprovechó para ofrecer una recompensa por cualquier información sobre el misterioso creador. Dicho esto, los geoglifos más famosos del mundo son posiblemente las líneas de Nazca en Perú, una vasta colección de formas enormes que datan de hace más de 2.000 años trazadas por la cultura preincaica.