Obama se compromete con los manifestantes trabajar para una reforma migratoria

Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, se comprometió a poner todo de su parte para sacar adelante la reforma migratoria «este año», en un mensaje que tomó por sorpresa a unos 175.000 manifestantes que se concentraron hoy en el Mall de Washington para reclamar la medida.

Los organizadores de la "Marcha por América" que aspira a concentrar unas 100.000 personas en el gran parque frente al Capitolio.
La marcha conto con más de 100.000 personas según los organizadores.

En una grabación de vídeo, emitida a través de las pantallas gigantes colocadas en el Mall, Obama fue el orador estrella en la que ha sido la mayor manifestación de su mandato hasta el momento.

En su mensaje, acogido con grandes aplausos, el presidente estadounidense aseguró: «Siempre les he prometido ser su aliado mientras nos esforzamos por arreglar nuestro sistema quebrado de inmigración, y ese es un compromiso que reitero hoy».

«Nadie conoce el precio de la inacción mejor que ustedes», aseguró el jefe de la Casa Blanca, quien recordó «las familias forzadas a separarse» y «los trabajadores que merecen la protección» de las leyes estadounidenses.

«Prometo hacer todo lo posible por forjar un consenso entre ambos partidos este año con respecto a este importante asunto», aseguró el mandatario, quien durante la campaña electoral prometió una reforma migratoria en su primer año de mandato.

Eso, admitió, «no será fácil y no sucederá de la noche a la mañana». Pero, subrayó, «si colaboramos (…) podremos forjar un futuro digno de nuestra historia como nación de inmigrantes y Estado de Derecho».

El Foro Nacional de Inmigración, uno de los grupos organizadores de la «Marcha Por América», calculaba que a las 15.00 hora local (19.00 GMT), una hora después del comienzo de la concentración, cerca de 175.000 personas se encontraban en el parque que recorre el centro de Washington.

Según Clarissa Martínez, del Consejo Nacional de la Raza, «las expectativas de asistencia se han sobrepasado, aún cuando estamos en una temporada económica tan difícil. Esperábamos quizá 50.000 personas, pero parece que se dobló este número».

Procedentes de varios lugares de Estados Unidos, los manifestantes, llegados en avión, autobús o en algunos casos, a pie, coreaban gritos de «Sí se puede» o «Legalización sí, deportación no», en inglés y en español.

Los defensores de la reforma migratoria, tienen que competir hoy con otra iniciativa, la reforma sanitaria, que será votada esta tarde en la Cámara de Representantes, y que tiene toda la atención del Congreso y de la Casa Blanca.
La marcha ocurrió justo el día en que la atención de Estados Unidos se fijaba en la reforma del sistema de salud

Muchos de ellos, vestidos con camisetas blancas como habían pedido los organizadores, portaban pancartas en las que se leían mensajes como «El cambio necesita valentía» o «La legalización es la solución».

Los manifestantes tratan de dar un impulso a una reforma que cree una vía para la legalización de los inmigrantes indocumentados que ya se encuentran en EE.UU., permita a los trabajadores traer a sus familias e impida la explotación laboral.

Frustrados ante lo que consideran falta de movimiento para promover la reforma, exigieron a Obama que cumpla lo prometido durante la campaña electoral, un compromiso que le permitió recibir dos tercios del voto latino en los comicios de 2008.

Además del presidente, participaron como oradores en la marcha personalidades como el congresista demócrata por Illinois Luis Gutiérrez, quien declaró que «la lucha no se ha acabado ahora, empieza ahora».

Hablaron también el senador Robert Menéndez, demócrata por Nueva Jersey; Janet Murguía, directora del Consejo Nacional de La Raza y la actriz mexicana Lucía Méndez.

La manifestación se produce tres días después de que dos senadores, Charles Schumer y Lyndsey Graham, presentaran su propuesta marco para la reforma.

Ese plan prevé reforzar la seguridad en la frontera; poner en marcha una vía «dura, pero justa» de legalización para los indocumentados; tarjetas de Seguridad Social biométricas que impidan que los trabajadores ilegales puedan obtener empleos, y el establecimiento de un proceso de admisión de trabajadores temporales.

Obama expresó entonces su apoyo a esa medida, un respaldo que reiteró hoy en su sorpresiva alocución.

Las marchas se producen tres años después de las grandes manifestaciones que se dieron por todo el país para reclamar una reforma, que entonces, concluyó en fracaso en el Congreso estadounidense. EFE