A meses de cumplir 16 años de su instalación, en octubre próximo, el puente “Bailey” erigido una cuadra arriba del “Juan Ramón Molina”, para unir las ciudades de Comayagüela y Tegucigalpa, corre el riesgo de venirse abajo, porque desconocidos se han dado a la tarea de robarse los pernos y otras piezas metálicas.
El hecho delictivo pone en riesgo la duración de la infraestructura y, a la vez, la vida de cientos de motoristas y peatones que a diario transitan por la vía, al ir o venir del rumbo del estadio Nacional, hacia la primera avenida de Comayagüela, de forma que urge que las autoridades de la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep) reparen el daño cuanto antes.
Vecinos que habitan en un sector aledaño contaron que han visto llegar en dos ocasiones, por la noche y la madrugada, a cinco hombres vestidos de negro con su rostro totalmente cubiertos, a quitar de forma sigilosa las importantes piezas.
Al parecer, las llevan a vender a los compradores informales que ofrecen dinero a cambio.
En un recorrido por el puente, se constató el daño que causa la falta de las piezas, ya que al transitar los automóviles se inestabiliza y no se viaja de forma uniforme como en lo plano de otras estructuras metálicas.