La vida de la expalillona Ilsa Vanessa Molina ha estado llena de drama, al punto que pasó de llevar una vida de lujos a retornar a Honduras como una más de los cientos de deportados que llegan desde los Estados Unidos.
Durante los desfiles patrios de 2005, Ilsa Vanessa resaltaba entre las palillonas del Instituto Central Vicente Cáceres, y por su belleza pronto ingresó al mundo del modelaje y a la televisión.
La joven estudió una licenciatura en turismo en una universidad privada de la capital y comenzó a trabajar como visitadora médica en una empresa ubicada al sur de la ciudad.
Durante este periodo conoció al José Alberto Zelaya Guevara, hermano del exdirector del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y prófugo desde hace dos años, con quien procreó una hija
Esa relación también significó un cambio en la vida de la joven, que compró una propiedad valorada en tres millones de lempiras.
En exclusiva, LA TRIBUNA informó sobre la lujosa vida de Ilsa Vanessa, quien viajó por el mundo, desde los Estados Unidos, pasando por Europa, hasta la extravagante China.
Durante esos viajes no solo se dedicaba a visitar exóticos lugares, sino que también realizaba millonarias compras en tiendas de renombre.
Varios amigos de Ilsa Vanessa comentaron que incluso se sometió a varias cirugías estéticas para mejorar su aspecto.
La coqueta mujer se realizó una rinoplastia, una mentoplastía y una mamoplastía o aumento de senos, para verse más atractiva.
Según investigaciones, el estilo de vida de la expalillona y de los demás involucrados, era financiado con los fondos provenientes del desfalco al IHSS.
En 2014, cuando trascendió el escándalo por el descarado saqueo en el Seguro Social, la exmodelo incluso se presentó voluntariamente al Ministerio Público (MP), para desvanecer las acusaciones.
En una entrevista ofrecida a LA TRIBUNA, Ilsa Vanessa dijo sentirse “abandonada” por supuestos amigos, que le dieron la espalda, mientras ella atravesaba una situación difícil.
Sin embargo, aseguró que la empresa Insumedic, para la que trabajaba, estaba constituida legalmente.
Luego que se confiscaron sus bienes por considerar que habían sido comprados con los fondos del IHSS, la joven se mudó a la casa de sus padres, pero luego de un tiempo desapareció.
El 15 de diciembre del 2014, el MP emitió la orden de captura contra la joven, por su participación en el latrocinio al IHSS.
A inicios de 2015 y por las frecuentes presiones de las autoridades, Ilsa Vanessa tomó la decisión de emprender el viaje hacia los Estados Unidos.
Su viaje no sería en un cómodo vuelo, debido a que al estar siendo investigada, no podía salir del país, por lo que decidió ponerse en las manos de un “coyote”.
En medio del misterio y con su pequeña hija en brazos, salió del país, despojada de todos los lujos, cargando en una mochila las pertenencias necesarias para el penoso viaje.
Sin embargo, fue detenida el pasado 5 de enero del 2015 en Nuevo México, junto a un grupo de inmigrantes.
Al ser detenida, Ilsa Vanessa solicitó asilo humanitario en el país del norte, argumentando que su vida corría peligro en Honduras, y se especuló que podría usar a su hija como salvoconducto para lograr ese beneficio.
Luego de permanecer más de un año detenida en un centro para migrantes, el gobierno de Estados Unidos denegó la petición de Molina.
Este día finalmente Ilsa Vanessa Molina retornó a Honduras, deportada en un vuelo para migrantes que llegó al aeropuerto Ramón Villeda Morales, en San Pedro Sula.
En el momento que descendió del avión, las autoridades de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), detuvieron a Ilsa Vanessa, quien fue esposada y se reinició el proceso legal que se sigue en su contra.
Ilsa Vanessa llegó como otros deportados, con unas pocas pertenencias y vestida de forma sencilla, con un pantalón negro, una chaqueta café y unos zapatos bajos.
La expalillona y modelo está acusada por los delitos de lavados de activos, debido a que por medio de la empresa Insumedic, donde se desempeñaba como gerente, se desviaron 9.9 millones de lempiras de los fondos del IHSS.
