Vladímir Putin apoya a Maduro

CARACAS (EFE). El presidente de Rusia, Vladímir Putin, le expresó a su colega de Venezuela, Nicolás Maduro, su «admiración» por gobernar el país suramericano con «coraje» para mantener «la estabilidad y la paz».

En un comunicado, la Cancillería venezolana aseguró que Putin y Maduro sostuvieron una «larga y amena conversación» telefónica en la que el venezolano escuchó de su colega ruso palabras de «rechazo a los esfuerzos políticos, internos y externos, que desconocen el orden constitucional de la República Bolivariana de Venezuela».

Maduro afronta una oleada de protestas antigubernamentales que en cien días ha dejado 91 manifestantes muertos, cientos de heridos y detenidos.

Putin, añadió el texto oficial, «reconoció al presidente Maduro su coraje y esfuerzo en mantener la estabilidad y la paz del país», y le informó que conoce «con precisión los intentos foráneos que se organizan contra Venezuela», señalando que «solo el pueblo venezolano puede determinar su propio destino».

La oposición venezolana acusa a Maduro de instaurar una dictadura en el país, a quien una veintena de naciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) le han demandado respeto por los derechos humanos y otras garantías ciudadanas.

En la conversación, que la Cancillería venezolana tildó de «habitual conversación telefónica» de «seguimiento a las excelentes relaciones existentes entre ambos gobiernos», Putin también le expresó a Maduro «su satisfacción por los avances en la cooperación bilateral en las áreas de agricultura, gas y petróleo».

«La conversación versó sobre diversos temas bilaterales con especial énfasis en la cooperación en las áreas de seguridad y defensa, energía, agricultura, ciencia y tecnología y cultura».

Putin recordó que Venezuela es el segundo socio comercial de Rusia en América Latina, y destacó que el ministro venezolano de Economía y Finanzas, Ramón Lobo, visitó recientemente Moscú para preparar una reunión que la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel Rusia-Venezuela ha programado en la capital rusa para el próximo octubre. EFE