Elija: ¿sexo o dormir?

¿Sexo o dormir? Cualquiera que sea su opción, por una vez que se ceda no pasa nada pero, ¿si se convierte en costumbre? El sexólogo Fernando Villadangos asegura: «Es nefasto para el deseo, porque pasa a ser una obligación más y pierde atractivo hasta el punto de llevarnos a pensar que es mejor no hacerlo».
«Obligación y sexo son antagónicos. Es muy importante no caer en el ‘hoy toca’, ni practicarlo de forma forzada», según advierte Villadangos.
Si la opción es dormir o practicar sexo cansados, la ciencia ha despejado la ecuación. Un estudio del departamento de Psiquiatría de la Escuela Médica de la Universidad de Michigan (EE UU) y el departamento de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Kent State de Ohio (EE UU), publicado en The Journal of Sexual Medicine, encontró que dormir adecuadamente ayuda a mejorar el deseo sexual, sobre todo en el caso de las mujeres.
En la investigación participaron 171 mujeres reclutadas en el ámbito universitario, que no tomaban antidepresivos ni pastillas para dormir, y que rellenaron una encuesta tras 14 días de sueño. Entre las conclusiones destacaban que una mayor duración del sueño, se relaciona con un mayor deseo sexual al día siguiente. Igualmente, cifraron que el aumento de una hora de sueño suponía un 14% más de probabilidades de participar en la actividad sexual.
No solo se trataba de una cuestión de agotamiento mental, sino que realmente el estudio mostraba que las mujeres tenían una mayor respuesta de excitación genital si habían dormido lo suficiente.

Más o mejor sexo. A veces hay que elegir

Al contrario, explica Villadangos, «practicar sexo con cansancio implica hacerlo más rápido y esa es la causa de que muchas mujeres prefieran dejarlo para un mejor momento. Pero si no logramos encontrar momentos propicios, termina por disminuir la frecuencia y entramos en un círculo vicioso donde el sexo puede quedar arrinconado».
Lo primero que matiza Ester Álvarez es que «se le da demasiado valor al número de relaciones sexuales. Parece que si no tienes una cantidad mínima de relaciones sexuales a la semana o al mes, es que no disfrutas del sexo». De esta forma, incide en que si eliminamos este factor de presión, podemos llegar a la conclusión de que «es mucho más importante la calidad, el dedicarle tiempo y mimo a las relaciones, aunque no sean tan a menudo, pero que al menos sean bastante satisfactorias para ambos y no se queden en un encuentro rápido».
De la misma forma, Fernando Villadangos insiste en la importancia de la comunicación en pareja. «Una buena idea es hablar con la pareja y comprender su punto de vista y sus necesidades. Recuperar la complicidad y tomar iniciativas como robarle al día un par de horas para citarnos como al principio de la relación o reservar toda una tarde para nosotros, apagar los celulares y lograr momentos de calidad juntos».