Madre ultimada tras que pandilla le mató hija

Una barrendera fue ultimada a tiros por un pandillero, un día después que su hija fuera encontrada muerta dentro de sacos en una calle que da acceso a la zona de Amarateca, Distrito Central, Francisco Morazán.

Las víctimas de una supuesta venganza de líderes de la pandilla 18 son: Adelina González Sauceda (54) y su hija Antonia Adelina Martínez González (25), ambas residentes de la colonia Nueva Suyapa de Tegucigalpa.

La primera se dedicaba a ganarse la vida barriendo calles para una “microguía” municipal y la otra supuestamente se había descarriado, al grado de integrarse a la estructura criminal de la pandilla 18.

La joven fue encontrada muerta el jueves anterior en una solitaria calle de Amarateca, con signos de haber sido estrangulada, supuestamente porque se opuso a irse a la zona central del país a vender drogas para la 18, acción que enfureció a los cabecillas de esa asociación ilícita, según se informó.

Supuestamente, a la denominada “jaina”, antes de ultimarla, le aseguraron que iban acabar con la vida de toda su familia por habérsele dado “vuelta” a la pandilla.

Al parecer, otros pandilleros que operan en la colonia Nueva Suyapa, ayer recibieron la orden de quitarles la vida a los parientes de Martínez González.

Por lo anterior, la mañana de ayer uno de los pandilleros esperó que doña Adelina González Sauceda saliera de su casa de habitación, con rumbo a sus labores diarias. En una esquina el criminal interceptó a la humilde mujer y le comenzó a disparar sin piedad alguna.

Por el ataque la fémina quedó malherida y fue trasladada al Hospital Escuela Universitario (HEU), donde desafortunadamente expiró debido a las graves heridas en su cuerpo.

El cuerpo de la barrendera y tortillera fue trasladado a la morgue capitalina, donde se encontró ya muerta con su hija descarriada y también asesinada por presuntos pandilleros.

Ayer al mediodía ambos cadáveres fueron reclamados del predio forense, por demás familiares que actualmente están atemorizados y sumamente preocupados, por las amenazas hechas por la pandilla de acabar con la vida de todos los familiares de dichas mujeres.