Un montador de toros murió este lunes, luego de recibir múltiples golpes en una monta de animales escenificada este fin de semana en el marco de las celebraciones de la feria de Morocelí, El Paraíso, al oriente del país.
El torero Sammy Eduardo Sánchez de 21 años de edad, falleció la tarde de ayer en el Hospital Escuela Universitario (HEU), en Tegucigalpa, después de ser trasladado por sus familiares y amigos en un intento por salvarle la vida.
El sábado anterior el joven era parte del jaripeo o fiesta taurina, junto a otros montadores de toros, pero al salir a la plaza sobre un pesado toro color negro, perdió el control desde el primer momento e impactó de frente contra la cabeza del animal.
Por efectos de la inercia, seguidamente y en una acción rápida, se precipitó hacia atrás del toro y cayó inconsciente al suelo quedando gravemente herido, según testigos y videos que circulan en las redes sociales.
El animal siguió lanzando patadas con sus extremidades traseras mientras los asistentes miraban con incredulidad al joven tirado sobre el suelo, mientras era retirado por sus compañeros de afición.
El joven era una promesa en este deporte y llegó a ser admirado por sus presentaciones exitosas lo que deja un hueco entre las personas que gustan de la “fiesta brava”, que consiste en permanecer el mayor tiempo posible sobre toros salvajes.
Los parientes y amigos del desafortunado montador están recaudando fondos mediante una campaña para poder ayudarle a la familia y darle cristiana sepultura al joven torero que perdió la vida a corta edad en virtud de la pasión que sentía por el jaripeo.